Modric da aire a Zidane
El nuevo Madrid logró su primera victoria fuera de casa en un partido en el que volvió a dar una pobre imagen
A la segunda, el Madrid de Zidane conoció la victoria fuera de casa, pero esta vino en los últimos minutos gracias a un chutazo de Luka Modric desde fuera del área. El Madrid ganó, pero en ningún caso ofreció la imagen de un serio aspirante al título y de hecho estuvo peor que en el Villa- marín, donde por lo menos mantuvo siempre un estilo que le llevó a dominar el juego sin dudas. En Granada se vio al Madrid dual de esta temporada, que arrasa en casa y fuera vive en el alambre, expuesto a cualquier contingencia. Se llevó los tres puntos de Los Cármenes, pero igual de justo hubiera sido si se hubiera vuelto a casa sin ninguno, lo que hubiera sido el adiós definitivo a la Liga, ya de por sí muy complicada.
El Granada jugó por encima de sus posibilidades. Los de Sandoval crearon muchos problemas al rival, y el Madrid ganó por una cuestión de detalles en las áreas, agarrado a la inspiración de Modric y de Karim Benzema, que marcó por sexta jornada consecutiva y ya lleva 19 goles en la Liga, los mismos que Cristiano.
El guión del partido fue el que quiso Sandoval. Se trataba de que el Madrid no estuviera cómodo en ningún momento, que se jugara en treinta metros del centro del campo, con mucha presión sobre la línea de creación visitante. El Madrid no fue muy distinto al de Benítez. Dispuso de mucho balón, pero casi siempre muy lejos de las inmediaciones del área de Andrés Fernández.
Si el Madrid fue horizontal en exceso, el Granada fue todo lo contrario. Sus dos extremos, Success y Peñaranda, fueron un peligro constante y con muy poco hicieron sufrir mucho a la zaga blanca, donde Marcelo fue superado casi siempre.
Demasiada gente en el Madrid no tuvo ningún dictado en el juego. En especial Cristiano, que en la semana en que cumplió 31 años pasó desapercibido. En el primer tiempo culminó una buena contra con un remate que se le fue desviado por muy poco. Y ahí se acabó. Cristiano, más que nunca, esta temporada sólo tiene actuaciones desmedidas; muchos días muy mal; y algunos, los menos, muy bien. Son las tardes en que enchufa dos o tres goles.
Tampoco James aportó nada al centro del campo, una forma de interrumpir a lo grande su buen rendimiento ante el Espanyol. El colombiano no acaba de enconrar una línea regular. Y Kroos, tres cuartos de lo mismo, en Granada sólo se le vio dedicado a misiones defensivas, casi un defensa más.
La primera parte fue una guerra de trincheras, sin apenas oportunidades y una lucha sorda en el centro del campo. Abrió el marcador Benzema a pase de Carvajal, en el único fallo de toda la defensa local, que le dejó rematar a placer en el área pequeña.
La segunda parte fue mucho más emocionante. El Granada salió decidido a empatar y poco a poco se fue quedando con el balón. Empató en un gol un tanto extraño en el que el árbitro Gil Manzano estorbó la trayectoria de Modric que acabó perdiendo el balón al chocar con el colegiado. Montó la contra muy rápido el Granada y El Arabi, que acababa de sustituir a Barral, superó muy bien a Keylor Navas en el mano a mano.
Con 1-1 y media hora por delante el Granada no se encerró en su área. Todo lo contrario, fue a por la victoria ante un Madrid aturdido. Introdujo cambios Zidane, primero Jesé por James, que era otra vez un cero a la izquierda, y luego el de Kovacic por Isco, que tampoco había estado bien. La maniobra fue mano de santo no tanto por Kovacic sino porque permitió a Modric adelantar metros y jugar más arriba. Modric ya ha demostrado que tiene un gran disparo, ya marcó un gol decisivo en Old Trafford, y lo sacó a relucir a cinco minutos del final con un remate que se coló por la escuadra de Andrés. Zidane respiró. El Madrid ganó aunque ofreció las mismas dudas de sus malas tardes, que esta temporada ya son muchas.
El francés marcó el primer gol y ya lleva seis jornadas seguidas anotando, lo que no había conseguido antes El gol del empate del Granada llegó en una jugada en la que Gil Manzano estorbó a Modric