Choque mortal de trenes en Alemania
Al menos diez fallecidos y 81 heridos en un accidente en Baviera
Alemania quedó ayer sobrecogida por el gravísimo accidente ferroviario ocurrido en Baviera a primera hora de la mañana, que segó la vida de al menos diez personas y dejó 81 heridos, ocho de ellos de gravedad. Dos trenes de cercanías que circulaban por una vía única chocaron de frente a las 6:48 horas cerca de Bad Aibling, localidad a 60 kilómetros al sudeste de Munich, en el peor accidente ferroviario del país en los últimos cinco años y el más grave en el estado federado de Baviera desde 1975. Al cierre de esta edición faltaba por localizar a una persona entre los restos de chatarra, y se daba por seguro su fallecimiento. A bordo de los dos trenes –ambos de la línea que une las localidades bávaras de Holzkirchen y Rosenheim– viajaban en total unos 150 pasajeros, la mayoría personas que acudían a su trabajo en el área de Munich. Las locomotoras se empotraron, y varios vagones volcaron y descarrilaron.
En una rueda de prensa a mediodía en Bad Aibling, el ministro de Transportes, Alexander Dobrindt, explicó que los investiga- dores desplazados al lugar indagan si se trató de “un problema técnico o un error humano”, y se preguntan por qué falló el sistema de frenado automático que se pone en marcha si un tren rebasa la velocidad permitida o circula sin permiso. Dobrindt dijo que mientras no se estudien las cajas negras de ambos trenes –son tres cajas, y anoche se habían recuperado dos– “todo cuanto pueda decirse es especulación”.
También habló de “momento difícil para la historia del transporte ferroviario en Alemania”, y calificó de “imagen aterradora” lo que vio al inspeccionar la zona. El choque se produjo en una curva, y según los primeros indicios, los dos maquinistas –ambos han fallecido– no llegaron a establecer contacto visual, por lo que chocaron a toda velocidad en un tramo de sentido único en el que se puede circular a un máximo de 120 kilómetros por hora. La incógnita es por qué no se activó el nuevo sistema de frenado automático PZB90, implantado en toda la red germana tras el accidente del 29 de enero del 2011 en el que murieron diez personas al chocar un tren de cercanías y otro de carga cerca de Magdeburgo, en el land de Sajonia-Anhalt. En ese siniestro, uno de los maquinistas pasó de largo ante dos señales rojas de advertencia.
“Confío en que las autoridades competentes harán cuanto esté en su mano para aclarar cómo se ha producido este accidente”, afirmó en un comunicado la canciller, Angela Merkel, que se declaró “conmocionada” por lo ocurrido en Bad Aibling. En la rueda de prensa del ministro de Transportes participó también el titular bávaro de Interior, Joachim Herrmann, quien dijo que “hubo cambios en el horario de
EL MOMENTO DEL SINIESTRO El accidente ocurrió en una curva, y los dos maquinistas no llegaron a verse
INVESTIGACIÓN EN CURSO El responsable bávaro de Interior apunta a que “hubo cambios en el horario de los trenes”
los trenes”. Los dos convoyes tenían que haberse encontrado a la altura de Kolbermoor, a unos cinco kilómetros de Bad Aibling, según Dpa. “Ahora deberá investigarse por qué hubo una desviación del plan de viaje”, dijo Herrmann.
Los dos trenes siniestrados son de Meridian, marca operada en la red regional bávara por la empre- sa privada de ferrocarriles Bayerische Oberlandbahn (BOB), filial del grupo francés Transdev. “El accidente ha sido una gran conmoción para nosotros; estamos haciendo todo lo posible para ayudar a los viajeros, las familias y los empleados”, señaló Bernd Rosenbusch, presidente de BOB. La policía destacó ayer que la tragedia podía haber sido aún peor, pues se trata de convoyes de cercanías que suelen cir- cular llenos, pero que en los que ayer, martes de carnaval, había menos pasajeros de lo habitual, y no había niños a bordo, pues había vacaciones escolares.
El transporte ferroviario alemán fue liberalizado a finales de los años noventa, y BOB es uno de los operadores que compiten con el antiguo monopolio de Deutsche Bahn, la compañía ferroviaria estatal alemana, que sigue siendo propietaria de la red de vías férreas. Según recalcó Deutsche Bahn en un comunicado, la velocidad máxima en ese tramo es de 120 kilómetros por hora y el sistema de seguridad había sido revisado hace una semana, sin que se detectaran fallos.
El rescate resultó complejo. El lugar del siniestro se halla entre un terraplén y un río de nombre Mangfall, de acceso difícil para ambulancias y helicópteros, que iban trasladando a los heridos hacia los hospitales. Los equipos de rescate, con cerca de 700 personas –algunas llegadas de la vecina Austria– y ocho helicópteros, recorrieron el interior de los vagones en busca de las víctimas, en una labor que duró varias horas.
“Un día que iba a ser de jovial despreocupación se ha convertido en un día de profunda tristeza”, declaró la alcaldesa de Rosenheim, Gabriele Bauer, que suspendió todos los festejos carnavalescos previstos. En señal de duelo, los principales partidos políticos cancelaron el tradicional miércoles de ceniza político de Baviera, en el que los líderes debaten sobre temas de actualidad. El accidente ferroviario más grave de Alemania ocurrió en junio de 1998, cuando murieron 101 personas cerca de la ciudad norteña de Eschede, al descarrilar un tren de alta velocidad alemán ICE y chocar contra el puente de una carretera.