La senadora Barberá
La exalcaldesa de Valencia seguirá en el senado pese a los casos de corrupción.
Rita Barberá seguirá en el Senado donde llegó en septiembre por designación de las Corts Valencianas. En aquel momento y a pesar de que quedaba un mes de legislatura el grupo popular le encumbró a la presidencia de la comisión Constitucional, como reconocimiento de lo injusto que había sido su desalojo de la alcaldía de Valencia. Al ser senadora por designación autonómica, y no electa, su nombramiento abarca esta legislatura. Pero la historia no estaba escrita y el caso de corrupción que ha afectado a todo el grupo municipal del PP en la capital valenciana le ha pasado factura a Barberá, que ha visto como la dirección del PP le indicaba la puerta de salida, porque lo que en realidad quieren los populares es que deje su acta en la Cámara Alta.
Pero eso sólo depende de la propia Barberá, a la que la dirección del PP ha lanzando insinuaciones para que de un paso atrás, sin éxito. Está en sus manos o en la de las Corts Valencianas. El gru- po de Podemos en la cámara autonómica ha pedido un informe para ver si pueden revocar la designación de Barberá, si la dimisión no llega.
Perdida la presidencia de la comisión Constitucional, que ha recaído en Juan José Lucas, Barberá se queda de vocal en las comisiones constitucional y economía. El PP también la ha incluido de suplente en la diputación permanente del Senado, órgano que sigue en funciones cuando se convocan elecciones, como podría ocurrir si hay que ir a nuevos comicios caso de que no se forme gobierno. Es habitual que los grupos incluyan a los senadores territoriales, que tienen asegurada su continuidad.
Barberá debía asistir ayer a la constitución de las comisiones pero no llegó a comparecer en la Cámara.