La Vanguardia (1ª edición)

“Puedes adquirir superpoder­es... al merme”

Tengo 44 años. Nací en Ávila y vivo en Madrid. Soy mago, humorista, conferenci­ante, actor, guionista de José Mota... Estoy casado, y tengo dos hijos, Daniel (14) y Marcos (10). Soy bastante de centro. ¿Dios? Algo hay... No hay felicidad sin acción: deja d

- VÍCTOR-M. AMELA

Aqué se dedica? A hacer reír y a ayudar a la gente.

¿Cómo? Con actuacione­s como mago y humorista, y con mis charlas de motivación.

¿Motivación para...?

Para que cambies tu vida... si quieres.

¿Cambiar en qué sentido? El de poner tu salud en tus manos y edificar tu prosperida­d laboral y bienestar personal.

Ambicioso... ¡Yo lo he hecho! Y si yo he podido, ¡cualquiera puede! Yo estaba fatal...

¿Sí? Tanto que ni celebré mi 40.º cumpleaños..., y hoy tengo cuatro empresas boyantes, buen ánimo y felicidad.

¿Qué le pasaba? Tenía psoriasis artrítica: el dolor no me dejaba ni desenrosca­r el tapón de una botella ni anudarme los zapatos.

¿Y qué hizo?

Adquirí superpoder­es. Y me curé.

¿Superpoder­es? Hábitos beneficios­os. Son los cimientos de cualquier mejora. Y cualquiera puede crear- se un buen hábito: repite una conducta cada día durante un mes, ¡y la fijas! A más hábitos favorables, más superpoder­es.

Un ejemplo. Me habitué a alimentarm­e saludablem­ente, a practicar ejercicio físico diario, a dormir ocho horas, a meditar, a...

Empecemos por la alimentaci­ón. Eliminé los cinco venenos blancos: azúcar, sal, harina, lácteos y arroz.

¿Y qué come, entonces? Todo lo demás. Y hay stevia para endulzar, y la quinoa y la espelta son buenos cereales... Después, me habitué a dar 10.000 pasos vivos al día (son unos ocho kilómetros).

¿Y por qué 10.000 pasos? La ciencia verifica que es el ejercicio básico garante de salud física: ¡genera las mismas endorfinas del enamoramie­nto!

No sé si tendré tiempo... Cuando hablo por teléfono, camino. Las reuniones de trabajo, ¡caminando! Y mi reloj de pulsera va contabiliz­ando... Hoy me quedan 2.000 pasos.

Pues hagámoslos, si quiere. ¡Vamos! Incorpora este hábito, llueva o nieve, conviértel­o en automático... ¡y habrás adquirido todo un superpoder! ¿Algún otro superpoder? Defeca en cuclillas: coloca algo bajo los pies para elevarlos al sentarte en el váter y adoptarás la postura para eliminar bien.

¿Importa esto para que todo mejore? ¡Sí! “Si tuviese una hora para talar un árbol, afilaría el hacha durante 59 minutos”, dijo Benjamin Franklin. Nos pasamos el día asestando hachazos... con el filo mellado.

Esclareced­ora metáfora. Dormir bien, por ejemplo, es básico y solventa muchas cosas: adelgaza, evita patologías... ¡Programa a rajatabla tu hora de acostarte! Yo, además, medito veinte minutos al día: se sabe que, a los dos meses, el cerebro ha crecido en su área de toma de decisiones.

Son tantas cosas que hacer... ¡Buf! Todo se puede. Ponte enfermo veinte minutos al día.

¿Perdón? ¿Verdad que si caes enfermo suspendes toda tu agenda y aflora tiempo para no hacer nada? Pues eso: finge enfermar veinte minutitos cada día, ¡y así los liberas sólo para ti!

Visto así...

Es lo que yo llamo “el poder del merme”.

Eso me suena a José Mota... ¡Es que soy guionista de Mota, ja, ja! Merme significa de a poco, es decir, hacer algo poquito a poco, como sin darte cuenta.

Entendido: adquirir así superpoder­es. Un amigo mío al que le gustan las palabras raras me decía: “Nunca podré escribir un libro sobre esto, me falta tiempo”. ¡Qué “ansia viva”!: le aconsejé escribirlo “al merme”: anotando una palabra al día. ¡Y lo publicó!

No tenemos excusa, pues. Somos unos postergado­res de mierda. Sólo un superpoder burlará a tu cerebro postergado­r. Fija uno al mes. Y, al cabo de un año, ¡habrá cambiado tu vida entera!

¿Lo practica su amigo Mota? Mota es un genio absoluto. Ha creado un universo con expresione­s como cansino; no es por no ir; habiendo hueco, yo ya...; hoy no, ¡mañana!; las que van entrando por las que van saliendo o pero... ¿y si sí?

Agudo y divertido, cierto. Es una gran filosofía para el éxito: ¿y si sí...? ¡Prueba! No te digo que me lo mejores, ¡iguálamelo! ¡Yo lo he experiment­ado! El éxito está al alcance de cualquiera... trabajándo­telo. Si no, haz la prueba de la sonrisa.

¿Qué? Sonríe un rato sin motivo... ¡y tu cerebro se alegra, te animas! “No canto porque soy feliz, ¡soy feliz porque canto!”, enunció el filósofo y psicólogo William James. La ciencia lo avala: tus actos modifican tu mente. Lo postuló el mismo James: “Si quieres una cualidad, ¡actúa como si ya la tuvieras!”.

Deme hueco y yo ya... “Puede que la acción no traiga la felicidad, ¡pero no hay felicidad sin acción!”, insistía James: deja de quejarte y mueve el culo.

 ?? KIM MANRESA ??
KIM MANRESA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain