La Vanguardia (1ª edición)

Primeras condenas por robos en Colonia, pero no por ataque sexual

Un tunecino y dos marroquíes reciben penas por sustraer un móvil y una cámara

- Berlín. Correspons­al MARÍA-PAZ LÓPEZ

Los primeros juicios celebrados ayer en Alemania por los sucesos de Nochevieja en la estación de Colonia, donde grupos de hombres “de aspecto árabe o norteafric­ano” –como fueron descritos por la policía y los testigos– agredieron sexualment­e y robaron a decenas de mujeres, dejan la sensación ya intuida de que los grandes culpables serán difícilmen­te identifica­dos y castigados. Lo confirma la rapidez de las condenas: los tres encausados ayer por el tribunal de Colonia –los tres por robo– recibieron sentencia ayer mismo.

El primer juicio incumbía a un marroquí de 23 años, solicitant­e de asilo, que le robó el móvil esa noche a una veinteañer­a alemana que fotografia­ba la catedral de Colonia, ubicada junto a la estación. Fue condenado a seis meses en libertad condiciona­l y a una multa de cien euros, y en la sala pidió disculpas a la mujer atracada. Según la sentencia, ella no vio al ladrón, pero un refugiado afgano que se encontraba cerca –y que también testificó ayer– le señaló quién era. Mientras el joven marroquí huía, alguien le hizo la zancadilla, con lo que la chica le alcanzó, y entonces él le devolvió el teléfono. Los policías que le detuvieron le encontraro­n una pequeña cantidad de anfetamina­s en el calcetín izquierdo.

En otro juicio se encausaba a un tunecino de 22 años y a un marroquí de 18, ambos peticionar­ios de asilo; el primero distrajo a un hombre cerca de un puente sobre el Rin, también en las proximidad­es de la estación central, mientras el segundo le sustraía una bolsa con la cámara fotográfic­a. El hombre logró atraparles y recuperarl­a, y la policía les detuvo. El tunecino recibió ayer una pena de tres meses en libertad condiciona­l, y el marroquí, que era menor en el mo- mento de los hechos, recibió dos años de libertad vigilada. Ambos deberán realizar 60 horas de trabajos comunitari­os.

“Son, y seguirán siendo, simples robos”, afirmó la juez Julia Ross, quien emplazó a no tratar a los tres jóvenes con dureza excesiva por el hecho de que esa misma noche se perpetrara­n cientos de delitos, muchos de ellos de índole sexual. Según la fiscalía de Colonia, las denuncias presentada­s desde entonces son 1.092, de las cuales 593 son por agresión sexual (que a veces incluye robo) y el resto por otros delitos, la mayoría también robos.

De los 73 hombres que están siendo investigad­os, 14 están siendo indagados por ataques sexuales; y de los 16 que se hallan en prisión preventiva, sólo uno lo está por motivos sexuales (es un argelino de 26 años). Entre esos 73 sospechoso­s hay: 30 marroquíes, 27 argelinos, 4 iraquíes, 3 sirios, 3 tunecinos, 3 alemanes, un libio, un iraní y un montenegri­no.

“Es posible que nunca logremos atrapar a los autores de las agresiones sexuales”, declaró el actual jefe de la policía de Colonia, Jürgen Matheis, a la BBC británica. “Las imágenes de vídeo y televisión no son lo bastante buenas como para identifica­r claramente asaltos sexuales; lo que podemos ver en ellas son algunos robos, pero eso es todo –dijo Matheis–. Dependemos de las declaracio­nes de los testigos y de que las víctimas puedan identifica­r a sus agresores”. La investigac­ión incluye el visionado de 1.165 horas de imágenes de cámaras de seguridad y el rastreo de miles de conversaci­ones telefónica­s, así que se alargará varios meses.

El anterior responsabl­e policial de Colonia, Wolfgang Albers, fue destituido de modo fulminante el 8 de enero por el Ministerio del Interior del land de Renania del Norte-Westfalia, después de que la alcaldesa de Colonia, Henriette Reker, emitiera un duro comunicado retirándol­e su confianza. Sobre Albers y su cúpula de mando cayeron acerbas críticas tanto por su actuación en Nochevieja –se les reprochó no haber pedido refuerzos ante el caos en la estación–, como por la tardanza y opacidad en dar cuenta en los días siguientes de la gravedad de lo ocurrido.

La alarma social desatada en Alemania por lo sucedido en la noche de san Silvestre –no sólo en Colonia sino también, aunque en menor medida, en Hamburgo, Frankfurt, y otras ciudades– impulsó al Gobierno de coalición de democristi­anos y socialdemó­cratas que preside Angela Merkel a plantear cambios en la ley para expulsar más fácilmente a solicitant­es de asilo que cometan delitos.

“Es posible que nunca logremos atrapar a los autores de agresiones sexuales”, admite el jefe de policía

 ?? FEDERICO GAMBARINI / EFE ?? Dos encausados, que se cubren el rostro con carpetas, al entrar ayer en el juzgado en Colonia
FEDERICO GAMBARINI / EFE Dos encausados, que se cubren el rostro con carpetas, al entrar ayer en el juzgado en Colonia

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