El Constitucional italiano anula la ley antimezquitas de Lombardía
Revés para la Liga Norte, que impulsó una polémica norma de resabio xenófobo
El Tribunal Constitucional italiano ha anulado, por unanimidad de sus 15 miembros, una polémica ley aprobada hace un año en la región norteña de Lombardía y destinada a obstaculizar al máximo, hasta hacer prácticamente imposible, la construcción de nuevas mezquitas en su territorio. La resolución, fruto de un recurso presentado por el Gobierno de Roma, supone un bofetón a la Liga Norte y al presidente lombardo, Roberto Maroni –exministro del Interior de Silvio Berlusconi–, que habían impulsado una norma de resabio xenófobo.
La ley lombarda no se denominaba oficialmente “antimezquitas” porque hubiera sido un gran escándalo, pero fue bautizada así de modo oficioso por su diáfana intencionalidad. Establecía requisitos urbanísticos y paisajísticos muy estrictos a la hora de construir nuevos edificios para el culto. No podían alterar de modo significativo la armonía del paisaje o causar un gran impacto ambiental; no podían levantar campanarios de cierta altura; debían disponer de zonas de aparcamiento propio suficientes, así como instalaciones de videocámaras de seguridad. Uno de los puntos más polémicos era la realización de un referéndum local para que los ciudadanos se pudieran pronunciar sobre si deseaban o no ver en su pueblo o en su barrio el nuevo templo. En la práctica, por tanto, cualquier nuevo lugar de culto, en especial una mezquita, requería superar una casi imposible carrera de obstáculos.
La Liga Norte se opone con vehemencia, desde hace años, a que los musulmanes residentes en Italia tengan verdaderas mezquitas en las que orar. Consideran que es una sumisión cultural intolerable y que hay que defender la hegemonía cristiana. En su cruzada por el asunto llegaron a insultar al entonces cardenal arzobispo de Milán, Dionigi Tettamanzi, un prelado moderado y conciliador que trataba de mantener una buena relación con la comunidad islámica.
Los líderes liguistas y también los de otros partidos de derecha, como Hermanos de Italia-Alianza Nacional (herederos del postfascista Movimiento Social Italiano) reaccionaron indignados al fallo del alto tribunal y avanzaron que, tras estudiar las motivaciones concretas de la sentencia, volverán a la carga y diseñarán otra ley parecida, con la esperanza de que supere el examen. La consejera de Urbanismo y Terri- torio de la junta regional, Viviana Beccalossi, dejó claro el riesgo de seguridad que, según ella, suponen las mezquitas. “Nadie de nosotros piensa que las mezquitas están llenas de terroristas, pero también es verdad que muchos de los que se han revelado como tales, en Italia, han pasado por estos lugares de culto”. El propio Maroni, muy molesto, lanzó un tuit de ofensiva ironía en el que confirmaba sin ambages la intencionalidad de la ley: “El Constitucional ha rechazado nuestra ley que reglamentaba la construcción de nuevas mezquitas. La izquierda está exultante: Allah u Akbar (Dios es grande)”.
El secretario de la Liga Norte, Matteo Salvini –que ha conducido al partido hacia una alianza con el Frente Nacional francés– desacreditó al Tribunal Constitucional al afirmar que “la corte islámica lo ha hecho muy bien”. Otro dirigente del mismo partido, el diputado Paolo Grimoldi, calificó la decisión judicial de “la enésima injerencia de Roma y del Gobierno Renzi, que nunca ha sido elegido por el pueblo, hacia quienes han sido elegidos democráticamente, como el presidente Maroni, e intentan sólo tutelar el territorio y asumir los deseos de sus ciudadanos”.
La Liga Norte sufrió hace pocos días otro revés grave tras la detención de su correligionario Fabio Rizzi, jefe de la comisión de Sanidad de Lombardía y hombre de estrecha confianza de Maroni, por un grave caso de presunto cobro de comisiones ilegales. Ha sido el enésimo escándalo de corrupción de un partido que nació y creció con la consigna de “Roma ladrona”.
La región norteña quería obstaculizar el culto musulmán y preveía referéndums sobre nuevos templos