Rita Barberá niega toda corrupción: “No dimito”
La exalcaldesa critica a los populares que piden que se retire y agradece a Rajoy “su apoyo”
La senadora valenciana rompe su silencio sobre el presunto blanqueo de dinero y asegura que no se plantea dimitir.
Rita Barberá es una roca. Y, además, resistente. Tanto que dejó claro ayer que, pese a la presión mediática, de los partidos de la oposición e incluso de sectores del suyo propio amén de la amenaza judicial, ella no va a dimitir. “No dimito, ni me lo planteo”, espetó ayer a los periodistas, con vehemencia. La misma que usó para subrayar que ella no ha participado en ningún “blanqueo de dinero”, que nunca tuvo “una caja B”, y que bajo su mandato “nunca se ha amañado ningún contrato o adjudicación”. “Son acusaciones infundadas, maliciosas y profundamente falsas”, añadió.
La exalcaldesa había preparado a conciencia su rueda de prensa. Primero ofreció los argumentos para comparecer y defender su total inocencia, criticó con dureza el “apaleamiento” y “conde- na mediática que sufro”; cargó contundente contra la “izquierda radical y antisistema”, dio las gracias a Mariano Rajoy por su apoyo y, finalmente, cuestionó a los miembros de su partido que le han pedido que se retire. “Se han precipitado”, comentó. Al respecto acusó, sin citarla, de “desleal”, a la presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig.
Compareció sola, y con un mensaje claro de conclusión: “A pesar de las ansias irrefrenables de la izquierda les voy a decir, clarito y fuerte, que no dimito, es que ni me lo planteo”. Pero antes ofreció sus argumentos. Aclaró que no había querido hablar hasta ayer por “prudencia”. Y que dos hechos la han espoleado: la separación de la pieza del presunto blanqueo de dinero en el PP de Valencia del caso Imelsa y a que ya han concluido las declaraciones de los imputados en el juzgado del caso Taula.
En todo momento, se remitió al hecho de que la investigación por presunto blanqueo “está bajo secreto de sumario”. Pero anunció que “no he contribuido a ningún blanqueo, no he ordenado ningún blanqueo, no he conocido ni he sabido nada del grupo municipal ni del partido ni en ninguna parte, ni conocimiento de cajas B, nunca he tenido una caja B, lo digo sin rubor”. “Yo hacía donativos de 60,10 euros, e hice uno extraordinario de 1.000 euros que nunca me fue devuelto”, narró.
A partir de ahí dirigió sus críticas a “las condenas mediáticas”. “Me han provocado un inenarrable dolor anímico”, dijo antes de manifestar: “Soy una persona honrada con una alta considera- ción del valor del humanismo y no soy una persona corrupta ni desde el punto de vista económico ni moral”. “Se condena a personas mediáticamente y no pasa nada, ya no hay presunción de inocencia”. “Menos mal que mis padres no están vivos para no ver todo esto”, añadió con la voz temblorosa.
Rita Barberá puso entonces en marcha el ventilador. “¿Por qué se me trata con mayor crueldad que los casos de corrupción milmillonarios de Catalunya?”, “¿Por qué sólo se habla de mi cuando parece paralizado el tema de los ERE?”, “¿Por qué no se le pregunta al señor Sánchez si va a exigir más dimisiones por los problemas de corrupción en ese partido?”. Y atacó al partido de Albert Rivera: “De Ciudadanos, sí, quiero decirles algo: que ese
La senadora critica a aquellos de su partido que le han pedido que se retire: “Se han precipitado” Barberá agradeció a Mariano Rajoy, Francisco Camps y María Dolores de Cospedal “su apoyo”
halo a pestilencia son los rumores de financiación de Ciudadanos... No tienen estructura de militancia para recabar las cuotas, no tienen aportaciones del Estado, pero han hecho tres campañas con más medios que nosotros”.
Dejó claro que a pesar de las presiones de algunos compañeros “si dimitiera asumiría una culpabilidad que no tengo”. Que no acudirá el lunes las Cortes Valencianas, petición hecha por Podemos. Agradeció a Rajoy, Francisco Camps y María Dolores de Cospedal “su apoyo”. No citó a nadie del PP valenciano. Pero sí valoró un hecho ampliamente divulgado. Hace pocos días le mandó un SMS a la presidenta del PP valenciano en el que le decía “Recordad por qué estáis ahí, porque yo di la cara por vosotros. Cuidado con lo que decís”. Ayer, Rita Barberá precisó que sólo quiso expresar su dolor por la deslealtad de sus compañeros “no de amenazar con tirar de la manta”.
Tuvo tiempo de recomendar a Íñigo Errejón que lea a Antonio Gramsci: “Su modo de actuar es la manipulación, la maniobra, el engaño y el insulto. Y reiteró que si el Tribunal Supremo pide el suplicatorio al Senado “cumpliré con los estatutos del partido”. Es decir, no dimitirá, pues el PP sólo lo contempla si hay proceso. Rita resiste, es una roca.