Promesas en campaña
En diciembre del 2015 Albert Rivera aseguraba que Ciudadanos no iba a pactar ni con el PP ni con el PSOE para gobernar España porque sería defraudar a mucha gente. Según Rivera, el gobierno PP-PSOE representaba “el insulto, el reproche y la falta de reformas”. De estas palabras hace escasamente dos meses, pero, claro, era en campaña electoral. Ahora firman un acuerdo Ciudadanos y el PSOE (que servirá, de momento, para que se retraten ambos partidos).
¿Qué credibilidad tienen los políticos? ¿Qué podemos creer de sus palabras en campañas electorales? ¿Dónde está su memoria, sus principios y su fidelidad a sus votantes?
Parece que todo vale por ese afán de poder. Al final se puede llegar a la conclusión de que una España inquebrantable, sin opción a un referéndum en Catalunya, es lo que más les pesa. El señor Rivera se uniría, pues, a los insul- tos y a los reproches que han hecho los gobiernos anteriores. Y después critican al señor Mas porque no iba primero en la lista y decían que era una estafa. De estafas nuestra política está llena y llenos los bolsillos de muchos de nuestros políticos. Basta ya de mentiras, de palabras que se lleva el viento y de justificar giros de 180 grados con la excusa de que sólo lo hacen por el país.
PILI DOMINGO
Vilassar de Mar