El valor de África y Asia
El Congreso extraordinario de la FIFA consta de un orden del día de 12 puntos en el que la elección del presidente es el penúltimo. Con anterioridad se debatirán y votarán las propuestas de reforma de los estatutos del organismo. La jornada electoral se rige por una serie de normas que permitirán conocer el nombre del nuevo presidente entre cinco candidatos. Estas son las claves de una jornada de alta trascendencia. ¿Quién compone la Comisión Electoral? La forman los vicepresidentes de las comisiones Disciplinaria (Lim Kia Tong, de Singapur) y de Apelación (Fernando Mitjans, de Argentina) además del presidente de la Comisión de Auditoría y Conformidad, el italiano Domenico Scala, que es quien la preside. ¿Cómo funciona la votación? Se realizará mediante voto secreto del Congreso de la FIFA, que reúne a todas las federaciones afiliadas. Todas tienen un voto, salvo aquellas que estén sancionadas, como Indonesia y Kuwait. No se permite el voto por delegación o carta. Las federaciones pueden abstenerse de votar en cualquier momento. Para elegir el nuevo presidente en la primera votación se precisan dos tercios de los votos. Para la segunda y siguientes (si son necesarias) basta con la mayoría simple (más del 50%) de los votos. En cada votación se elimina al candidato menos votado. ¿Qué actos se celebran antes de las votaciones? Antes de abrir la votación los candidatos tienen la oportunidad de presentar su programa ante el Congreso. Antes o durante la sesión cualquiera de los aspirantes a la presidencia puede retirar su candidatura. Incluso antes de cada ronda de votación pueden retirarse candidaturas. ¿Cuándo se sabrá el nombre del nuevo presidente? Al término de cada ronda de votación el presidente del Congreso anunciará los resultados. Pero es imprevisible cuánto durará la sesión pues depende de la cantidad de rondas que se deban realizar. Pero en cualquier caso, el mandato del nuevo presidente da comienzo a la conclusión de la sesión en que ha sido elegido. ¿Cómo se reparten los votos? Tienen derecho a voto 209 asociaciones de todo el mundo, pero no es raro que los continentes vo- ten en bloque. Por ello es fundamental conocer el reparto de poder. La Confederación Africana cuenta con 54 votos y la europea (la UEFA) suma 53. Son los dos bloques principales. Luego es decisorio el papel de la AFC (Confederación Asiática) con sus 46 votos. Le sigue la Concacaf (Norte y Centroamérica) con 35 y quedan como bloques de menor importancia el de Oceanía (11 votos) y el de Sudamérica, con apenas 10 votos a pesar de su importancia e historial. ¿Quién es el favorito? Si el jeque Salman bin Ibrahim domina, como se asegura, el bloque africano y el asiático es prácticamente imbatible. Pero Infantino ha trabajado a fondo para arañar votos africanos, lo que sumado a su teórico control de Europa, le abre buenas posibilidades. Incluso se ha especulado con una alianza de última hora entre los dos candidatos. Los otros tres aspirantes no cuentan en las apuestas. ¿Qué pasa con las reformas? Una comisión de reformas actúa desde hace medio año y entre sus objetivos figura que el nuevo presidente ceda poder a una consejo con amplias atribuciones. También se trabaja para limitar los mandatos a un máximo de doce años. Las reformas necesitan un voto favorable de tres cuartas partes del Congreso. ¿Veremos una FIFA más democrática? Es la segunda gran incógnita de la jornada, con el nombre del nuevo presidente. El organismo está anquilosado y el alcance de las reformas, si se llevan a cabo como está previsto, tampoco es revolucionario. Incluso con las medidas que se anuncian, se mantiene la posibilidad de que una sola persona acumule el poder durante periodos largos. En el nuevo reparto de atribuciones es el secretario general quien acumula funciones de poder casi ilimitado y habrá que ver cómo lo controlan los miembros del nuevo consejo, que, a su vez, serán elegidos por sus propias confederaciones. ¿Continuarán las detenciones? La gran mayoría de dirigentes de la FIFA de los últimos años están detenidos, sancionados o con expedientes en curso. La posibilidad de reunir a los representantes de las 209 federaciones del fútbol abre todas las especulaciones porque permite una actuación libre de la policía para acometer detenciones o interrogatorios. Una ocasión similar, según los estatutos, podría no repetirse hasta el 2019.