Celsa y sus acreedores buscan un plan para refinanciar la deuda
Los bancos encargan a FTI una salida para los 2.700 millones de pasivo
El grupo productor de acero Celsa y sus acreedores han comenzado a elaborar un plan para refinanciar la deuda de 2.700 millones de euros que vence entre 2017 y 2018. Fuentes de los acreedores aseguran que tal y como evoluciona el mercado internacional del acero difícilmente podrán cumplir con las previsiones de retorno de la deuda diseñada en el 2013. En cambio, fuentes de la empresa –controlada por la familia Rubiralta– aseguran que “la compañía ha cumplido con todos sus compromisos y lo seguirá haciendo”.
Los bancos han contratado a la consultora internacional FTI para que elabore un plan de futuro que incluya la reducción del volumen de deuda para que sea sostenible en el tiempo, según fuentes de los acreedores. FTI deberá presentar el plan a la empresa. Un portavoz de Celsa aseguró ayer que FTI es una de las consultoras que podrían hacerse cargo del proyecto.
La empresa está al corriente de pago con la banca. El problema es que en noviembre del año próximo debe devolver un paquete de 739 millones a los bancos. De esa cantidad, 655 millones se pueden capitalizar en acciones si la em- presa no paga, con lo que las entidades se convertirían en accionistas. Ninguna de las dos partes quiere llegar a esa situación y por eso se han puesto a trabajar con más de un año de antelación.
Fuentes financieras creen que una de las opciones es que la em- presa lleve a cabo un proceso de ajuste de costes para poder reducir la deuda a la mitad. En el 2018 la empresa debe devolver unos 1.920 millones.
Fuentes financieras explican que el temor principal de los bancos acreedores es la situación de sobreproducción que atraviesa el mercado del acero. En concreto, la producción mundial es de unos 1.600 millones de toneladas de acero, de los que alrededor de la mitad los produce China. El país asiático no es capaz de asumir toda la producción, con lo que se es- tima que unos 150 millones de toneladas de acero chino se venderán al resto del mundo a precio bajos, lo que puede perjudicar a otros productores como los europeos. La producción de Celsa en el 2014 fue de siete millones de toneladas, lo que representa aproximadamente el 5% del total de acero que se fabrica en el continente europeo.
La deuda de Celsa está en manos de una veintena de entidades financieras, entra las que destacan el BBVA (360 millones), Banc Sabadell (360 millones), Santander (350 millones), Caixa-Bank (300 millones) y Banca (140 millones).
Las facturación de Celsa en el 2014 fue de 3.912 millones de euros, lo que representó un descenso del 2,5% en relación con el año precedente. La bajada en el volumen de ventas en 2014 no fue tan acusada como la caída del 11% en el 2013 y del 6% en el 2012. La empresa registró pérdidas en el 2014 si bien su previsión era volver a los beneficios en el 2015. Fuentes de la compañía manifestaron ayer no disponer aún de las cifras cerradas del pasado ejercicio.
Celsa cuenta con una plantilla de 6.720 empleados propios en todo el mundo más otros 2.000 de empresas subcontratadas. Sólo en Celsa Barcelona –ubicada en Castellbisbal– trabajan 1.200 empleados en plantilla.
La empresa deberá acometer un plan de ajuste de costes para reducir el importe que ha de pagar