Rajoy se abre a concesiones no sustanciales a PSOE y C’s
El líder del PP pretende que su plan de cinco puntos sea la base del acuerdo Los populares esperan a que baje la tensión antes de iniciar los contactos
Si se llega a un acuerdo de investidura que evite unas nuevas elecciones, no será inmediato. El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, se prepara ya para que esta vez sea suya la oportunidad de intentar formar gobierno. Aun así, el líder del PP tiene el convencimiento de que de fraguarse un acuerdo, este no será posible ni a corto ni a medio plazo y que se tendrá que agotar el plazo de dos meses que empezó a contar el 2 de marzo.
Aunque Rajoy dijo tras la primera votación fallida de Pedro Sánchez que a partir del lunes, o sea hoy, retomaría la iniciativa y se pondría en contacto con los líderes del PSOE y de Ciudadanos, las llamadas del líder del PP se harán esperar al menos unos días. Rajoy viajará hoy a Bruselas para asistir a la reunión entre la UE y Turquía, lo que ha trasladado a mañana el comité de dirección del PP. Pero además los dirigentes populares consideran que hay que esperar un tiempo antes de intentar una reunión con Pedro Sánchez. En palabras de algunos responsables populares, el líder socialista debe digerir su fracaso y que se baje un poco la tensión de los debates de investidura, que en estos momentos haría imposible intentar cualquier posibilidad de acuerdo, según las fuentes populares consultadas. “Tenemos un periodo amplio para intentar formar gobierno, y no convienen las prisas”, afirman en el PP, en una postura al más puro estilo de Rajoy.
No será, pues, hasta el martes cuando el PP diseñe su estrategia, y entre las cosas que se decidirán es si se espera a que sean posibles conversaciones al más alto nivel, es decir entre Rajoy, Sánchez y Rivera, o si empiezan por reuniones con los equipos negociadores, dejando a los líderes a un lado, para tratar de tender puentes y restablecer las relaciones que dos meses de desen- cuentro han dinamitado, a la vez que ven la posibilidad de incluso intercambiarse propuestas para poder avanzar en algún sentido.
El documento guía del PP es el que Rajoy entregó a Rivera en su última reunión, cuando Ciudadanos ya negociaba con el PSOE el acuerdo que firmarían luego, y que entregó también al secretario general de los socialistas.
Dicho documento incluye cinco grandes pactos que abordan, a juicio de Rajoy, los asuntos que necesita España y preocupan a los españoles: el crecimiento económico, las políticas sociales, las reformas y mantenimiento del sistema institucional, la defensa de la unidad de España y la lucha contra la corrupción.
Rajoy defenderá ante sus interlocutores que las negociaciones se produzcan en torno a ese documento de cinco pactos, y no el pacto ya acordado entre el PSOE y Ciudadanos, porque a juicio de los populares ese acuerdo entre Sánchez y Rivera ya ha sido rechazado por el Parlamento, por lo que no serviría para ir de nuevo a una investidura.
El PP es consciente de que aunque los objetivos que plantea son compartidos por los tres partidos, que son los que se autodenominan constitucionalistas, les separan, y mucho, las políticas que aplicar pa- ra conseguir esos objetivos, y en ese aspecto, los populares aseguran que están dispuestos a “ser generosos en el acuerdo”. A ser generosos y a “ceder en cosas que no sean sustanciales”. Rajoy no está dispuesto a poner sobre la mesa de negociación la unidad de España, la reforma laboral y las políticas que sirven para el mantenimiento de la socie-
El PP prefiere esperar un tiempo para que baje la tensión antes de intentar un pacto Rajoy quiere que se negocie a partir de la propuesta del PP, no del pacto PSOE-C’s
dad del bienestar. En cambio, la reforma de la Constitución podría negociarse, siempre y cuando no afecte a la igualdad de los españoles, a la unidad de España y a la soberanía nacional. Rajoy sabe que aunque sería fácil entenderse en estos asuntos con Ciudadanos, la relación con el PSOE es más difícil, y por eso planteará que si los socialistas no están dispuestos a una gran coalición, podrían llegar a otro tipo de acuerdo, como la abstención.
En esas negociaciones, lo que no estará encima de la mesa será el liderazgo de Rajoy. Los ataques al presidente del PP por parte de Sánchez y Rivera en el debate de investidura han producido el efecto contrario, y el PP ha cerrado filas en torno a su jefe, a quien defenderán por encima de todo, incluso para una próxima legislatura, si la falta de acuerdo lleva a que se convoquen nuevas elecciones.