Diálogo pictórico
Me & The Curiosity abre una muestra internacional de collage actual
Peter Halley y Yago Hortal comparten exposición en la galería Senda, una especie de doble muestra individual donde las obras de ambos pintores dialogan de dos modos distintos: algunas se muestran confrontadas y otras han sido realizadas en colaboración.
En la inusual exposición que comparten Peter Halley y Yago Hortal en Senda, esta galería saca un buen partido a su nuevo espacio de la calle Trafalgar, cercano al Palau de la Música. Es una especie de doble muestra individual donde las obras de ambos pintores dialogan de dos modos distintos. No sólo tres pinturas de gran formato de cada uno de ellos se confrontan en dos paredes opuestas de la misma sala –la más amplia de las que dispone la renovada galería Senda–, sino que, además, Halley y Hortal presentan cinco obras que han realizado en colaboración especialmente para esta muestra y por iniciativa del artista neoyorquino.
La colaboración entre distintos artistas en una misma obra es una práctica generalizada y habitual en la música, pero también –de un modo mucho menos evidente– en otras artes que suelen comportar autoría colectiva, como es el caso del cine y del cómic, donde el papel del guión es fundamental y tan decisivo como el de la realización o dirección. Sin embargo, es excepcional en el ámbito de las artes plásticas contemporáneas, que suele fomentar el gran ego y promover la gran firma individual. El veterano Halley y el joven Hortal han pintado en esta ocasión obras a dos o más manos, en una especie de jam-session a distancia, comunicándose por correo electrónico. No son los primeros en hacer algo así –no hace mucho Círculo del Arte presentó una jam-session de obra gráfica–, pero lo han realizado con sentido y éxito. Aunque se trata de obras únicas, son impresiones digitales a partir de pinturas previas que se mezclaron en la pantalla del ordenador antes que en la impresión en papel.
Se puede pensar que la calidad de estas cinco piezas en colaboración no está a la altura de las excelentes pinturas neogeométricas de Peter Halley, pero lo cierto es que la intervención de Hortal renueva positivamente el repertorio impecable, pero ya previsible del pintor estadounidense que tanto éxito ha tenido con su reiterada fórmula neo-geo. La superposición, yuxtaposi- ción y mezcla de la rígida geometría minimalista del norteamericano y la exuberancia desordenada y maculadora del catalán significan una combinación de modos opuestos cuyo resultado adopta la forma de un baile bipolar de afirmaciones contradictorias: las líneas rectas se curvan y la rigidez cuadriculada recibe la visita manchadora de una gestualidad desbordada.
Eso sí: ambos artistas coinciden en su gusto por los colores fluorescentes, vivos y a veces tan chillones que inclu- so algunas personas daltónicas podrían llegar a distinguirlos. Halley los modula mejor que su joven cómplice. Galería Senda. Trafalgar, 32. Hasta el 23 de marzo. Collages raros. Dirigida por Carmen Cruañas, la galería nómada, intermitente, sin sede fija y con muchas sedes cambiantes llamada Me & The Curiosity suele organizar muestras interesantes y muy breves. Actualmente presenta una colectiva de collages llamada International Weird Collage Show de duración mayor (dos semanas). Esta vez el local es una nave industrial situada allí donde la ciudad de Barcelona ya ha empezado a perder su orden geométrico y urbanístico.
La exposición pretende ante todo y entre otras cosas no resultar aburrida, y lo consigue. El collage tiene una historia tan larga que es difícil encontrar innovaciones significativas y necesarias. Sin embargo, a finales del siglo anterior artistas como Sara Huete y Guillem Cifré –por citar dos sobresalientes– supieron renovar el collage, y la muestra de Me & The Curiosity incluye algunos ejemplos interesantes más recientes.
Destacaré el mínimo y eficaz collage psicocinematográfico de Gloria Vilches, una proyección introvertida llamada Fogonazo. También los collages geométricos a partir de tebeos de Tamar Cohen, y la serie Heroes, de Ashkan Honarvar, con amalgamas protagonizadas por vegetales, objetos y superhéroes como Spiderman o La Cosa (esa especie de Golem craquelado). Me & The Curiosity. Espronceda, 326. Hasta el 12 de marzo.