Los ‘marianistas’ presionan a Feijóo para que se quede en Galicia
Pastor y el portavoz del Senado piden al presidente de la Xunta que se presente
“Desde Ourense, por Ourense y para Ourense”, se leía en el calendario que el pasado sábado repartió José Manuel Baltar Blanco en el congreso del PP de esta provincia, organización que sigue presidiendo tras heredar el cargo de su padre en el 2010 y pese a estar investigado por la justicia por, presuntamente, prometer un empleo en la Diputación a cambio de sexo. Ilustrado con la foto del barón de los populares orensanos, el almanaque corresponde al año 2019, una muestra del plan de Baltar para perpetuarse al frente de la Diputación que su familia gobierna desde 1990. En cambio, el futuro que sigue en el aire es el del presidente de la Xunta, Núñez Feijóo, a quien el entorno de Mariano Rajoy presionó este fin de semana en Galicia para que se presente a la reelección, de modo que quedaría al margen de un posible relevo en el PP de España.
El sábado en Pontevedra, en un acto por el día de la mujer, la ministra de Fomento, Ana Pastor, aprovechó una pregunta de la prensa para proclamar que Feijóo debe ser el cabeza de cartel del PP gallego en las elecciones previstas para el próximo otoño. “Todos en el partido queremos que repita como presidente de la Xunta”, dijo la ministra, zamora- na de nacimiento pero pontevedresa de adopción y una de las colaboradoras más cercanas al presidente del Gobierno.
Ayer, en el congreso provincial de Lugo, quien trasladó el mensaje de que Feijóo se tiene que quedar en Galicia fue el portavoz en el Senado, el lucense José Manuel Barreiro, que es otro gallego del entorno marianista de Madrid. En su largo discurso de despedida como presidente del PP de Lugo, Barreiro insistió dos veces, entre aplausos del público, en que Feijóo debe optar a un tercer mandato al frente de la Xunta.
A Feijóo se le vio sonreír mientras escuchaba a Barreiro, con quien compitió hace un decenio por ser el sucesor de Manuel Fraga como líder de la derecha gallega. Pero cuando tomó la palabra para clausurar el cónclave de los populares lucenses. Feijóo obvió la cuestión central y no habló de sus planes de futuro.
Los congresos provinciales del PP gallego, que empezaron este fin de semana en Ourense y Lugo y culminarán el próximo en A Coruña y Pontevedra, constituyen el espejo de lo que en este partido llaman “la indefinición”. En Galicia, como en el resto de España, lo habitual es que el PP celebre primero su cónclave autonómico y después haga los provinciales. Esta vez se ha invertido el proceso para darle tiempo a Feijóo a tomar una decisión.
Está previsto que el próximo domingo, coincidiendo con el congreso de Pontevedra, Rajoy y Feijóo conversen sobre el futuro del segundo. Sin embargo, la decisión final podría aplazarse hasta abril, quizá hasta que se resuelva la intriga de la investidura.
En la duda de Feijóo pesa su sueño de saltar a la capital de España como recambio del actual líder del PP, un plan que quedó en entredicho cuando se publicaron sus viejas fotos con el narcotraficante Marcial Dorado, pero que volvió a poner de actualidad la débil posición de Rajoy, en una coyuntura en el que el presidente de la Xunta es el único barón popular con mayoría absoluta.
Feijóo mira hacia Madrid y no pierde ocasión para proyectarse en los medios de la capital. Pero en su entorno se perciben las dificultades para que dé el salto, pues en caso de acometerse un aún improbable relevo de Rajoy, la mejor situada sería la vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría, y existe una presión enorme para que Feijóo continúe en la Xunta.
En Galicia el panorama del PP también es complicado, por su declive electoral ante el empuje de En Marea. De ahí que Feijóo se haya aferrado a Baltar hijo, para blindar el fortín de Ourense, la única provincia gallega en la que tiene la diputación y la alcaldía de la capital. Pendiente de un recurso de la fiscalía ante la Audiencia Provincial para desimputarlo, Baltar logró aplazar su declaración en el juzgado hasta el día 15, aduciendo que ya tenía programado un viaje familiar para llevar a sus hijas a Disneyland París.
Feijóo sigue mirando hacia Madrid, pero no parece ver opciones de dar el salto, de modo que seguiría en Galicia Pese a ser investigado por su escándalo sexual, Baltar hijo se mantiene al frente del PP de Ourense