Susana Díaz, en alerta
La presidenta andaluza espera acontecimientos
El fracaso de Pedro Sánchez en su investidura no ha causado ninguna sorpresa entre los socialistas andaluces. Se daba por descontado desde que el secretario general anunció su voluntad de intentar un acuerdo mirando a derecha e izquierda. La nueva situación no inquieta, de momento, a los andaluces, que seguirán viendo “cómo se desarrolla el partido”. Susana Díaz esperará acontecimientos.
Los andaluces están satisfechos de que “la opinión pública haya visualizado que el PP y Podemos son los que van a provocar una nueva convocatoria electoral” si no se llega al acuerdo. Al fin y al cabo, PSOE y Ciudadanos mantienen un pacto en Andalucía que “funciona razonablemente bien”, por más que la formación de Albert Rivera amague en ocasiones con ponerse nerviosa ante la lentitud del avance en los acuerdos.
Ante la incertidumbre política nacional, la presidenta de la Junta de Andalucía no va a abandonar el confort parlamentario con el que gobierna ni va a cambiar el oropel de su reinado en Andalucía por las aguas bravas que circulan por Madrid. Al margen de lo que el debate de investidura haya afianzado (o no) el liderazgo de Pedro Sánchez entre las bases socialistas, Díaz no se va a presentar como cabeza de cartel en unas elecciones donde correría serio peligro de colocar al PSOE por debajo del umbral de los noventa diputados. A menos que la situación se deteriore gravemente y el partido acuda con una sola voz en busca de su ayuda.
De momento, en Andalucía se vive mejor. Con una oposición que se debate entre la inanidad del PP y la falta de experiencia política de Podemos, las encuestas son tozudas. El PP ganaría las elecciones generales en Andalucía, por apenas unas décimas, lo que entra de lleno en el margen del error demoscópico, pero Díaz seguiría imbatible si se celebraran hoy comicios autonómicos.
A nadie se le escapa, sin embargo, que de los encajes que se puedan producir en Madrid a partir de ahora depende en gran medida la estabilidad política en Andalucía. La alternativa de un pacto de izquierdas a nivel estatal es rechazada por el PSOE andaluz. Están convencidos de que C’s retiraría su apoyo a Díaz, pese a las constantes manifestaciones de Rivera en el sentido de que “nosotros no hemos venido a jugar a los sillones ni a quitar o poner en función de nuestros intereses”.
Por ello, los dirigentes andaluces se han lanzado en tromba contra Pablo Iglesias por su interven- ción en el debate de investidura, especialmente por su referencia al pasado de Felipe González, “manchado de cal viva”. “Indecencia política”, “voluntad de volar los puentes con el PSOE”, “ofensa a los miles de militantes y votantes socialistas”, “estrategia para reventar el entendimiento” son algunas de las expresiones que han salido de la boca de los fieles de la presidenta andaluza y de la suya propia.
A Díaz no le interesa que a sus socios en Andalucía les vaya mal, porque de manera inmediata esa situación se trasladaría a ella y a su Gobierno. Y si C’s cae, Díaz no tiene ningún socio que pueda sustituirles. La legislatura andaluza respira por la herida que abrió el dilatado y lamentable proceso de investidura, donde todos los partidos políticos, menos C’s, acabaron frustrados.