A vueltas con los apellidos
La frecuencia del primer apellido en los diputados del Congreso roza la media española, pero la presencia femenina queda 11 puntos por debajo
Todos los parlamentos elegidos libremente en las urnas gozan de idéntica legitimidad democrática. Pero algunos son un reflejo más fiel que otros de la sociedad a la que representan. Por supuesto, los indicadores que miden esa representatividad social son varios y, en consecuencia, uno solo no permite un diagnóstico rotundo. De hecho, algunos indicadores pueden resultar incluso engañosos o contradecir a los demás. Pero todos señalan algún rasgo significativo.
Por ejemplo, el Parlamento catalán registra una mayor desviación que la Cámara española en las frecuencias de los apellidos de sus componentes frente a la media de la población que representan. En cambio, la Cámara catalana está ligeramente por encima del Parlamento español en materia de paridad de género. Así, mientras las mujeres representan algo menos del 40% del Congreso, se acercan al 42% en el caso del Parlament de Catalunya. Eso sí, ambas cámaras que- dan lejos de la media española y catalana, ya que las mujeres suponen casi el 51% de la población.
El Parlamento español, en cambio, constituye un reflejo bastante fiel de la realidad de España en lo relativo a los apellidos de sus componentes. Expresado en cifras, y sobre los 25 primeros apellidos más fre- cuentes, la sociedad española registra una frecuencia del 29% mientras que en la Cámara baja los 25 primeros apellidos más frecuentes suponen algo más del 25% de los diputados. Por grupos, el PSOE es el que registra una frecuencia más cercana a la media española: algo más del 29%. Luego se sitúan el PP (27,73%) y Podemos (27,69%).
Paradójicamente, Ciudadanos –que en Catalunya destaca por una elevada frecuencia de los apellidos más usuales– queda en la Cámara española casi siete puntos por debajo de la media. Y, por último, el contingente que forman los grupos nacionalistas y el grupo mixto registra el porcentaje más bajo: menos del 10%.
La comparativa por géneros arroja por su parte algunas correlaciones curiosas. Así, tanto en el Parlament como en el Congreso de los Diputados, el grupo menos paritario es Ciudadanos (el 36% de mujeres en la Cámara catalana y sólo el 20% en la española). A su vez, los populares registran porcentajes similares en torno al 37%. Y lo mismo cabe decir de los socialistas (44% el PSC; 46% el PSOE).
Sin embargo, en ambos casos la izquierda radical presenta los mayores niveles de paridad: Podemos cuenta con más del 50% de mujeres (y con más del 45% Catalunya Sí que es Pot ), y la CUP, con el 50%. Finalmente, el nacionalismo catalán registra mayor equilibrio de género en Catalunya (42% de diputadas en el Parlament), que en Madrid, donde CDC supera el 37% y ERC, el 33%.
Ciudadanos es el grupo menos paritario de entre los grandes, tanto en el Parlament como en la Cámara española