El largo camino del feminismo
El espacio Bonnemaison, un referente para la mujer con más de un siglo, analizará las políticas municipales de igualdad
Transformar las políticas y hacerlas más feministas e igualitarias a través de pequeños gestos. Es uno de los objetivos manifiestos del nuevo gobierno municipal y el que ha llevado a la Diputación de Barcelona a impulsar la nueva campaña Feminitzant el Món Local, que arrancará el próximo 8 de marzo, día internacional de la Mujer Trabajadora, y se plasmará en un cartel y un manifiesto que promueve tanto los derechos de la mujer como la igualdad de género y que se enviará a todos los ayuntamientos de la provincia de Barcelona para que se sumen a la iniciativa.
Uno de los retos para este mandato, según el delegado de Igualdad y Ciudadanía, Antoni Garcia Acero, “es ayudar a desarrollar estrategias locales para actuar en caso de violencia de género y aplicar la ley de LGTBI (lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales), y que aplicamos empezando por nosotros mismos, que cambiaremos el actual nombre de la oficina de Igualdad y Derechos Civiles por Oficina de la Mujer y de LGTBI . La oficina está ubicada en el espacio Bonnemaison. Precisamente este edificio, situado en Ciu- tat Vella, alberga diversas instituciones que fomentan la participación activa de las mujeres en todos sus ámbitos, recogiendo la herencia de las iniciativas de la misma Francesca Bonnemaison, a quien debe su nombre.
Bonnemaison fue una mujer emprendedora y de una familia de clase alta que utilizó su relación con los círculos de la intelectualidad y de la política barcelonesa para proponer, en 1909, la creación, en la parroquia de Santa An- na, de la Biblioteca Popular de la Mujer, que fue pionera en Europa. Años más tarde, la biblioteca, que contaba con el apoyo de la Mancomunitat de Catalunya, tuvo tanto éxito que acabó trasladándose a un sitio más espacioso. Esto permitió profundizar en los servicios que ofrecía, y el lugar pasó a ser el Instituto de Cultura, llamado popularmente La Cultura. Con el pretexto de que se encontraban para cocinar o coser, las mujeres disponían de un entorno favorable para la culturización y la formación en ámbitos más profesionales de lo que era común para ellas a principios de siglo.
Finalmente, en 1920, la actividad de la biblioteca y el Instituto de Cultura se trasladó al actual edificio, situado en Sant Pere més Baix, y sólo se vio interrumpida por el inicio de la Guerra Civil, que provocó el exilio de Francesca Bonnemaison. En 1941 la Diputación recuperó el espacio que gestiona hasta la fecha.
Actualmente el edificio acoge diferentes entidades e instituciones que promueven la igualdad de género y el derecho de las mujeres, como la Oficina de Igualdad y Derechos Civiles de la Diputación, la Escola de la Dona, la biblioteca Francesca Bonnemaison, referente en cuestiones de género, y La Bonne, un espacio de intercambio y gestación de proyectos culturales feministas. El 8 de marzo, el Espacio Bonnemaison se desmarcará de las celebraciones clásicas y prepara una jornada especial, para abril, destinada a la reflexión sobre cómo han evolucionado las políticas municipales de igualdad en los últimos veinte años y cómo se afrontan en la actualidad.
El centro de Ciutat Vella recoge las iniciativas de la mujer que a principios el siglo XX creó la Biblioteca de la Mujer