Una floristería de la Rambla vende peyote
Uno pregunta entre las floristerías de la Rambla quién tiene peyote, una planta alucinógena cuya venta está prohibida, y enseguida le responden con toda naturalidad que ahí mismo, en uno de los puestos más cercanos al mar. “¿Peyote? –repone su responsable un tanto amodorrado, escuchando la retransmisión del Barça–. Sí, tengo cactus a 6, 18 y 30 euros”, añade señalando una caja donde hubo unos 30 ejemplares y ahora la mitad. “¿Y esto es legal?”. “Pues sí... Los compro con factura en el mercado de la flor de Vilassar, a uno que vende al lado del que me vende las rosas. Estos cactus no son como los que crecen en el desierto, no tienen las mismas propiedades ¿Es que oyó hoy la radio?”. Ayer se produjo cierto revuelo mediático al respecto tras la aparición de un teletipo de agencias.
“Lo contaron como si fuera la gran novedad, y yo vendo peyote desde hace 8 años”. Al parecer no hace mucho estos pequeños cactus se vendían mucho mejor en la Rambla. “Ahora todo se vende mucho peor... Los compran básicamente coleccionistas”. El teletipo también explicó que en el 2010 este mismo puesto retiró varios ejemplares de San Pedro, otro cactus conocido por su toxicidad, luego de ser advertido por la policía municipal. “Y hace diez años se llevaron a mi padre esposado un día por vender adormidera”, la planta del opio”, pero yo creo que se pasaron”.