La Vanguardia (1ª edición)

Suárez se queda a gusto

El uruguayo marca el gol 100 del tridente esta temporada y rompe su sequía tras 428 minutos

- CARLES RUIPÉREZ Barcelona

Luis Suárez vuelve a estar en paz consigo mismo. Tras 428 minutos sin poder cantar gol, el nueve del Barça cerró de nuevo el puño, saltó y se besó la muñequera tres veces. Hubo una liberación en ese ritual que sigue a cada diana del uruguayo. Suárez, con un nuevo gol y una asistencia, se quedó a gusto. En armonía, todo fluye mejor.

Si hay un futbolista al que la ansiedad se le nota más que a nadie en el Barcelona ese es el delantero uruguayo. Se le ve tenso. Se atropella en algunas jugadas que requieren ser cerebral. Se precipita. Se enerva, se va ofuscando poco a poco. Hasta pelea más de lo normal en él con los defensas y el colegiado. El depredador necesita paz interior para alcanzar su máximo potencial. No debe dudar de sus instintos. Porque de esa seguridad en sí mismo, en que va a marcar, en que nadie le puede parar, es de la que saca ventaja dentro del área.

Eran tres partidos seguidos en los que el gol se le había negado. Ni contra el Arsenal, el Sevilla y el Rayo. Pero es que ya falló dos buenas ocasiones en Las Palmas. Y ayer parecía que también se iría de Ipurua de vacío.

Sin embargo, en estos 428 minutos, Luis Suárez ha entendido que presionánd­ose y angustiánd­ose no era la mejor forma para pelear con Cristiano Ronaldo por el pichichi y por la Bota de Oro. Y en esa lección aprendida segurament­e esté la razón de su reafirmaci­ón. Fue retornar a su papel de hombre de equipo, que da asistencia­s como en el primer gol y que acepta de buen grado las jerarquías del vestuario de los penaltis para que el gol volviese a sus botas.

Hubo un gesto que lo dice todo. Fue cuando el árbitro señaló el punto de penalti por las manos de Ramis. El uruguayo habló con Leo Messi y se descartó para el lanzamient­o. El argentino le dijo con la mirada que si lo quería, el penalti era suyo. Pero este le dijo que no. El nueve había fallado las dos penas máximas que el diez le cedió para que sumase goles aparenteme­nte fáciles en su cuenta particular, primero en El Molinón y el jueves pasado contra el Rayo en Vallecas.

Renunció a las prebendas y recuperó el olfato en una jugada al alcance de muy pocos. Fue un lance de nueve puro, de hombre de área, de futbolista de Premier, aunando potencial y calidad para hacer un túnel a Capa y, acto seguido, aguantar con el cuerpo la embestida de Dani García y disparar cruzado a la red. Es su gol 42 del curso, cifra a la que sólo han llegado en el club Mariano Martín (43), Ronaldo (47) y Messi (47, 53, 73, 60 y 58 ).

Como no estaba Neymar, el que aumentó sus registros fue Munir, su sustituto. El madrileño, con sie- te goles, ya es el cuarto mejor anotador del equipo. Eso sí, muy lejos de un tridente que ya suma 100 goles, los mismos que en el primer triplete sumaron entre Messi, Eto’o y Henry.

El centenario ha llegado esta temporada 22 días antes que la temporada pasada. Entonces fue en la jornada 34, contra el Getafe. En el segundo triplete del Barcelona, en la 2014-15, Leo, Neymar y Suárez se elevaron hasta las 122 dianas. La pregunta, a falta de un mínimo de 12 encuentros y un máximo de 17 partidos si se llega hasta la final de San Siro el 28 de mayo, es cuántos goles celebrarán esta vez. Cuantos más sean, más cerca estará el Barça de otro triplete.

 ?? ALVARO BARRIENTOS / AP ?? Luis Suárez chuta ante la oposición de Capa y Saúl Berjón para marcar su gol en el minuto 84
ALVARO BARRIENTOS / AP Luis Suárez chuta ante la oposición de Capa y Saúl Berjón para marcar su gol en el minuto 84
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain