La Vanguardia (1ª edición)

El Rey emplaza a los líderes a pactar una investidur­a

El Monarca no abrirá ronda hasta que haya un candidato con garantías Rajoy y Sánchez se disputan ahora quién debe iniciar negociacio­nes

- Juan Carlos Merino Madrid

“Al Rey hay que ir con los deberes hechos”, habían advertido prestigios­os constituci­onalistas. Así que, como preveía la Casa del Rey y asumían los principale­s partidos ante la investidur­a fallida de Pedro Sánchez, Felipe VI comunicó ayer al presidente del Congreso, Patxi López, que no iniciará, al menos “por el momento”, una nueva ronda de consultas con los representa­ntes de los grupos parlamenta­rios.

El Rey pretende así, según el comunicado difundido tras la audiencia en la Zarzuela, que “las formacione­s políticas puedan llevar a cabo las actuacione­s que consideren convenient­es” para poder proponer una candidatur­a a la presidenci­a del Gobierno. Es decir, según tradujo después Patxi López: “El Rey cree que ahora es el momento de los partidos”. Y son los partidos, por tanto, los que tienen que sentarse a negociar e intentar articular una mayoría suficiente para poder volver a plantear al Rey una posible candidatur­a a la investidur­a con garantías de éxito. No se trata de que cualquier aspirante vaya ahora a reclamar su turno a Felipe VI, sino de que el próximo que lo intente tendrá que ir con las cuentas ya hechas.

El escenario político sigue siendo así una absoluta incógnita. “Estamos en mares nunca antes navegados”, avisaron los todavía inquilinos de la Moncloa cuando arrancó esta incierta legislatur­a. La única certidumbr­e ahora, después de que Pedro Sánchez pusiera el reloj en marcha al dar un paso al frente tras las dos negativas de Mariano Rajoy, es que si nadie consigue ser investido en los próximos dos meses, el 2 de mayo se disolverán las Cortes y se convocarán nuevas elecciones generales para el 26 de junio.

“El Rey ya tiene todas las cartas sobre la mesa”, explica un veterano del PSOE ahora inmerso en las negociacio­nes de la investidur­a. “La primera carta, Rajoy, ya le dijo que no dos veces, con 123 votos. Y son los que sigue teniendo. La segunda carta es Sánchez, que ha fracasado en su primer intento, pero tiene ya 131 votos. Y las otras dos cartas, Pablo Iglesias y Albert Rivera, con 65 y con 40 votos, no pueden ir, por muchos capítulos de Borgen que se hayan visto”.

Pero ahora la gran disputa entre Rajoy y Sánchez, mientras Iglesias y Rivera mantienen sus propias estrategia­s, es quién tiene la iniciativa para convocar y liderar nuevas rondas negociador­as entre los partidos en busca de la ansiada mayoría para intentar la investidur­a. El PP ya lo avisó, y Rajoy lo confirmó ayer al aterrizar en Bruselas: “Voy a llamar a Sánchez”. Aunque en el equipo del líder del PSOE ya habían establecid­o sus reglas del juego: “¿En calidad de qué va a convocar Rajoy a Sánchez? En todo caso, tendría que ser Sánchez el convocante, que es quien tiene más votos”. “Comprender­á que no voy a entrar en este tipo de debates, vamos a empezar a tomarnos las cosas en serio”, zanjó ayer Rajoy.

En la lógica del PP, Rajoy sigue siendo el presidente del Gobierno y Sánchez, como mucho, el jefe de la oposición. Pero, sobre to- do, recuerdan que Rajoy le ganó ampliament­e las elecciones generales. Y también subrayan que el encargo del jefe del Estado al líder del PSOE para que intentara formar gobierno caducó el pasado viernes, al no conseguirl­o. “Sánchez ya no es candidato a nada por mucho que quiera estirar el chicle”, ironizan en Génova.

Sánchez, no obstante, también defendió ayer desde Ferraz su derecho a mantener la iniciativa,

“¿Rajoy me va a citar?; detrás de mí hay 131 diputados y él tiene 123”, advierte Sánchez

igualmente ante el presidente del Gobierno en funciones. “¿Rajoy me va a citar? Le recuerdo que detrás de mí hay 131 diputados y él tiene 123”, dijo para dejar claro quién tiene, a su juicio, la batuta.

También ante Pablo Iglesias, a quien Sánchez advirtió que tras su acuerdo con Albert Rivera –reafirmado el pasado sábado–, los líderes del PSOE y de Ciudadanos acudirán de la mano a las próximas reuniones que convoquen con otras fuerzas para intentar “enriquecer” su pacto y sumar apoyos. La prueba llegó cuando Íñigo Errejón telefoneó a Antonio Hernando para citar al PSOE a una reunión este miércoles con Podemos, Compromís e Izquierda Unida. El socialista Hernando le dijo que a partir de ahora PSOE y C’s acudirán juntos a las reuniones. Y Errejón se excusó: la invitación era sólo para el PSOE.

“Sánchez ya no es candidato a nada por mucho que intente estirar el chicle”

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