La Junta, en el banquillo
Los expresidentes andaluces Chaves y Griñán volverán a testificar por los ERE.
Los esfuerzos del expresidente andaluz José Antonio Griñán por evitar otro paseíllo a un juzgado no han surtido efecto. El juez de instrucción número 6 de Sevilla ha citado a declarar a Griñán junto al también expresidente Manuel Chaves el próximo día 16, como “investigados” en el caso de los ERE fraudulentos en Andalucía. También deberá declarar el ex diputado José Antonio Viera.
Chaves, Griñán y Viera ya tuvieron que declarar ante el Supremo a mediados del año pasado, investigados por un presunto delito de prevaricación administrativa, al que se unía en el caso de Viera otro de malversación de fondos. Griñán ha intentado evitar este nuevo paseíllo aduciendo que ya declaró ante el Supremo todo lo que tenía que decir.
Tras sus dimisiones como diputados (Chaves y Viera) y senador (Griñán) los tres dejaron de ser aforados, por lo que en octubre el tema de los ERE volvió al juzgado de Sevilla.
Tras la marcha a la Audiencia de la juez Mercedes Alaya, principal impulsora de un caso que afecta a más de 250 personas, la inves- tigación de los ERE recayó en su sustituta María Núñez Bolaños quien, contra el criterio de Alaya, dividió la causa y encargó al magistrado de refuerzo del juzgado, Álvaro Martín, la investigación de la parte política, conocida como “procedimiento específico”, en la que están implicados 51 ex altos cargos de la Junta de Andalucía.
Álvaro Martín, presidente en Andalucía de la Asociación Profesional de la Magistratura, llama a declarar a Chaves, Griñán y Viera para garantizar “el derecho de defensa” de los investigados y “el principio de igualdad de las partes ante el proceso”, según el auto conocido ayer.
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, volvió a reiterar su convicción personal acerca de la “honestidad personal” de Manuel Chaves y José Antonio Griñán, y su respeto absoluto “como no podía ser de otra forma” a las decisiones judiciales. Pero la realidad es que el caso de los ERE ha distanciado a la actual mandataria de sus predecesores, especialmente ha separado a Díaz de Griñán, su mentor político y el hombre que la aupó a la presidencia de la Junta.
Chaves y Griñán viven desde finales del año pasado en el anonimato. Ninguno de los dos participó en el acto central socialista con motivo del Día de Andalucía. En su discurso, Susana Díaz hizo una única referencia a ambos para citarles como expresidentes de la Junta pero no pronunció ni una frase más. De un plumazo, borró veinte años de historia del PSOE-A, los veinte años que ambos presidieron la Comunidad.