Escalada en Corea
Prosigue la pelea de gallos de las dos Coreas y EE.UU.
La tensión sigue en aumento en la península coreana después de que Estados Unidos y Corea del Sur iniciaran ayer las mayores maniobras militares jamás realizadas en esta región. La iniciativa fue respondida con una nueva amenaza de Corea del Norte de llevar a cabo una ofensiva sin cuartel.
Washington y Seúl pusieron en marcha sus ejercicios militares anuales con un inusitado despliegue de fuerzas. Unas operaciones que tienen como objetivo mandar un mensaje contundente a Corea del Norte tras su cuarto ensayo nuclear y el lanzamiento de un cohete.
Desde ahora hasta finales de abril, las maniobras, bautizadas como Key Resolve y Foal Eagle, movilizarán a un total de 317.000 hombres, además de un portaaviones y submarinos nucleares, en unos ejercicios cuya finalidad es coordinar las fuerzas de los dos aliados ante un eventual conflicto con Corea del Norte.
Las tropas de EE.UU. y Corea del Sur practicarán tácticas de combate conjuntas y desarrollarán el plan operativo OPLAN 5015, cuyo objetivo es eliminar las armas nucleares de destrucción masiva norcoreanas y preparar a las fuerzas aliadas ante un ataque enemigo, según la agencia surcoreana Yonhap.
Estas maniobras llegan, sin em- bargo, en un momento especialmente crispado. El régimen de Pyongyang se halla en plena efervescencia intimidatoria contra su vecino del sur y EE.UU. después de que la ONU adoptara nuevas sanciones contra el país. Su líder, Kim Jong Un, lanzó el viernes su última amenaza al ordenar a su ejército tener a punto su arsenal nuclear y sugerir la posibilidad de lanzar ataques preventivos.
Ayer, las autoridades del país más aislado del planeta volvieron a la carga. Advirtieron que “el ejército popular ejecutará actos militares preventivos de neutralización que podrían asestar golpes mortíferos y sin piedad al enemigo”, según un comunicado de la poderosa Comisión Nacio- nal de Defensa difundido por la prensa oficial norcoreana.
El máximo organismo militar de Corea del Norte amenazó, asimismo, con llevar a cabo “un ataque nuclear indiscriminado” contra EE.UU. y sus aliados. Y advirtió que “con sólo pulsar un botón todo los orígenes de las provocaciones quedarían reducidos a océanos de llamas y cenizas en un instante”.
Ante tal situación, China expresó ayer su inquietud. El portavoz de Exteriores, Hong Lei, señaló la preocupación de su país por la escala de las maniobras aliadas y pidió a todas las partes que “ejerzan calma y contención, no se provoquen mutuamente ni eleven las tensiones”.