Binoche y Jessica Chastain crean una productora feminista
Binoche y Chastain crean una productora feminista
Desde Jennifer Lawrence (26) hasta Meryl Sreep (56), cada vez más actrices denuncian el sexismo que impera en la industria del cine, especialmente en Hollywood. Y no van a quedarse en el estadio de la protesta. Dos intérpretes de primera línea, la francesa Juliette Binoche y la norteamericana Jessica Chastain, han decidido pasar a la acción creando una productora cinematográfica feminista con el objetivo de contrarrestar la infravaloración de la mujer en el séptimo arte y ofrecer una imagen que huya de los estereotipos. Ambas encabezan un proyecto bautizado We do it together (lo hacemos juntas) al que se han sumado conocidas actrices como Freida Pinto, Queen Latifah o Zhang Ziyi y realizadoras de la talla de Kathryn Bigelow ( La noche más oscura) o Catherine Harwicke ( Crepúsculo).
La productora, que se presentará en sociedad durante el Festival de Cine de Cannes, en mayo, ha adoptado la forma de organización no lucrativa. Buscará patrocinadores y montará actos para recoger fondos. Se estrenará en la gran pantalla con seis filmes de 15 minutos dirigidos e interpretados por mujeres. “El dinero que se recaude se reinvertirá en otras películas, es una manera de crear un movimiento que haga cambiar las conciencias”, proclama Binoche. Queda camino por recorrer. Un reciente estudio realizado por la Universidad de California, que ha diseccionado cerca de 11.300 personajes en 414 películas, consta- ta hasta qué punto las mujeres están devaluadas en la maquinaria de Hollywood.
El estudio detalla que sólo un tercio de los personajes son femeninos, de los cuales el 89% interpretan a enfermeras y el 81% a secretarias. En la industria, las mujeres representan el 15% de los directores, el 29% de los guionistas y el 23% de los creadores de series. Para acabar de dejar en evidencia a quienes, como Rusell Crowe, juzgan exageradas las quejas de las actrices, otro dato revelador: el 74% de los papeles para intérpretes de más de 40 años son para... ¡hombres!
La protesta de Lawrence cuando, gracias al hackeo de los correos de Sony, se enteró de que cobraba mu- cho menos que sus colegas masculinos, abrió las compuertas de una rebelión que cada día gana más adeptas. “Estoy harta de tratar de encontrar una manera adorable de decir lo que pienso y al mismo tiempo ser tomada en cuenta. Ninguno de los hombres con los que he trabajado se preocupa por parecer difícil o mimado”, confesó el pasado mes de octubre la protagonista de Los juegos del hambre y la actriz mejor pagada de Hollywood en la revista on line de Lenha Dunham, creadora e intérprete de la serie Girls, con la que comparte la lucha por la igualdad de género.
“No hay excusas para que a las mujeres les paguen menos, esta gran brecha salarial es injusta”, arremete Chastain, Oscar a la mejor actriz en el 2013, siguiendo la estela de Susan Sarandon y Patricia Arquette. En la ceremonia del 2015, cuando recogió su estatuilla como mejor actriz de reparto, Arquette lanzó un emotivo alegato contra el sexismo en la industria que fue aplaudido y posteriormente amplificado por Streep, Reese Witherspoon, Julianne Moore, Kate Winslet, Emma Thompson, Brie Larson y Kristen Steward, entre otras.
Al preguntar a una cadena de televisión, que le había hecho una descarada toma de arriba abajo, si también lo hacía con los hombres, Cate Blanchett inspiró la campaña #Askhermore (pregúntale más), que supone otro paso en la dirección de pasar de la protesta a la acción. Liderado por The Representation Project, el movimiento instaba a los periodistas a no centrar únicamente las entrevistas con las actrices en cuestiones relacionadas con su imagen. Nicole Kidman se lo tomó al pie de la letra al responder con un elocuente silencio a un popular presentador que no dejaba de interesarse por lo que llevaba puesto. Todo el engranaje de la industria parece contaminado por la desigualdad. Arquette asegura que su militante discurso le costó la pérdida de varios papeles. La empresa de Binoche y Chastain se presenta ardua, pero cuenta con el apoyo de todas aquellas que, como Brie Larson –Oscar a la mejor actriz este año–, han tenido que afrontar situaciones como que les pidieran volver a pasar un casting en minifalda y tacones para un papel que no requería esa indumentaria. Larson se negó.
El proyecto busca compensar la escasez de mujeres en papeles protagonistas y huir de los estereotipos