La Vanguardia (1ª edición)

Antonio Banderas ultima su mudanza al ático de Málaga

El actor equipa su nueva casa a tiempo para la Semana Santa

- ADOLFO S. RUIZ Sevilla

A falta de unos detalles, el nuevo hogar de Antonio Banderas en el centro de Málaga ya está listo para acoger al actor, que volverá a su ciudad natal acompañado de su pareja, Nicole Kimpel, a su regreso de México, donde participa en el Festival de Cine de Guadalajar­a. En todo caso, será con tiempo suficiente para disfrutar de la Semana Santa desde su privilegia­da atalaya de la zona de la Alcazabill­a. Atrás quedaron los años en los que Banderas tenía que alquilar una habitación de hotel para agasajar a sus invitados, Tony Blair o Susana Díaz entre ellos. Ahora podrá recibir en su propia casa.

Durante varios días, una inmensa grúa ha estado subiendo al ático de Banderas sus principale­s pertenenci­as, lo que ha despertado la atención de los curiosos, y de los ociosos, que no dejaban de mostrar su admiración, y envidia contenida, por ejemplo ante una gigantesca pantalla de televisión de 85 pulgadas de la marca Samsung, o tres letras gigantes que los operarios subían y que forman la palabra LAR (hogar en latín).

Pero no todos están contentos con la llegada del malagueño a su nueva propiedad. Los vecinos ya han presentado varias quejas ante el Ayuntamien­to. Lamentan que se le haya permitido la construcci­ón de un casetón en la azotea. Tampoco les gusta mucho, o nada, el jacuzzi azul y la piscina de poca profundida­d que el actor se ha construido.

No se sabe si es por estas desavenenc­ias, o por intentar salvaguard­ar su privacidad al máximo, pero Banderas dispondrá de un ascensor en exclusiva, por lo que podrá acceder a su propiedad sin tener que encontrars­e con la molesta vecindad, sobre todo cuando se trata de un hombre famoso y admirado como él.

El actor acaba de comprarse una mansión de tres millones de euros en el condado de Surrey, cerca de Londres, y mantiene su residencia habitual en la exclusiva urbanizaci­ón Los Monteros de Marbella. Pero hace tiempo manifestó su intención de adquirir una propiedad en el centro de la ciudad que le vio nacer, donde llegado ya a una cierta edad quería rememorar aquellos días de su infancia, cuando contemplab­a el mar desde la terraza de su casa familiar.

El nuevo hogar de Banderas le permitirá extasiarse otra vez con ese mar, así como con las vistas de la alcazaba, el teatro romano o la torre de la catedral. También disfrutar de la bulla de los pasos de Semana Santa que transcurri­rán a sus pies y la salida de la cofradía de los Estudiante­s, cuya casa hermandad se encuentra muy cerca.

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EUROPA PRESS / ARCHIVO Banderas y su novia, en Málaga

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