ERIK BRYNJOLFSSON Y ANDREW MCAFEE THE SECOND MACHINE AGE
En La carrera contra la má
quina (Antoni Bosch editor) los investigadores del MIT Erik Brynjolfsson y Andrew Mcafee (en la foto) afirmaban que las perspectivas de empleo son malas para mucha gente porque los hombres y las instituciones no corren lo bastante ante una revolución digital acelerada. Aumenta la productividad, pero los trabajadores cuyas habilidades han sido incorporadas a los ordenadores tienen poco que ofrecer y ven como sus salarios se reducen. Hace falta cambiar las estructuras y las instituciones para que la gente no se quede atrás en la carrera. En el más reciente The
second machine age (La segunda era de la máquina) han retomado el tema. En la primera era de la máquina la productividad, el empleo y el ingreso medio crecían en conjunto, dicen. Ahora la productividad está desligada de los empleos y los ingresos. Kodak tenía 145.000 trabajadores. Instagram 4.600. Está en la naturaleza de la economía digital, afirman, que los bienes y servicios se provean a la vez a un infini- to número de compradores a un precio cercano a cero. Son optimistas porque creen que estamos al borde de una explosión de creación de riqueza por la revolución digital, pero saben que las ganancias van a ser para los consumidores y para los que crean y financian las máquinas. A los trabajadores se les deberán impartir las habilidades para trabajar no contra sino junto a las nuevas máquinas inteligentes.