De Núria a Núria
Guillamino y el guionista Oriol de Balanzó publican el álbum ‘La pols i l’era’, donde recuperan el pop catalán de los años sesenta con músicos de entonces y de ahora
El pop catalán tiene su intrahistoria, en general olvidada y desconocida, pero no por ello minusvalorable. Uno de los capítulos de esa especia de prehistoria, es lo que protagonizó la música ye-ye de los años sesenta, y que ahora procura recuperar La pols i l’era.
Se trata de un proyecto decididamente insólito, consistente en un álbum (publicado por la indie Bankrobber hace un par de semanas) y de un espectáculo de idéntico título que se representará solo en dos ocasiones: el día de su estreno en el L’Auditori barcelonés (18 de mayo) y en el Canet Rock (2 julio). Detrás de este proyecto se encuentran el músico Guillamino y el guionista Oriol de Balanzó ( La competència, en RAC1), y, por supuesto, Òscar Dalmau, que además de comunicador es aficionado minucioso y compulsivo, en lo que se refiere a esa etapa de la música popular catalana.
Guillamino y Balanzó, además de componer varios temas del volumen, convencieron a una serie de músicos e intérpretes de ahora mismo y de aquel entonces para dar forma musical al proyecto: Núria Feliu, Núria Graham, Francesc Burrull, Eduard Gener, Lita Torelló, Joan Colomo, Eric Sueiro (The Saurs), el Petit de Cal Eril, Ernest Crusats (La Iaia), Martí Sales y El Gordo del Puru. Además, en las diferentes composiciones, se han incluidos samples de Guillermina Motta, Guillem d’Efak o Josep Guardiola.
En la reciente presentación del disco en el Auditori ante los medios, el veterano pianista Francesc Burrull –que hace medio siglo fue el arreglista por antonomasia de casi todo lo que se hacía– reconoció a Guillamino y Balanzó que “os lo habéis currado”. Sin duda, como mínimo en el aspecto de conseguir alianzas musicales sorprendentes, como la del propio Burrull con el citado rapero El Gordo del Puru o la de Crusats con la veterana Torelló. Otro ingrediente que realza esa faceta didáctica de la empresa la ofrece el periodista Jordi Beltran, que va intercalando comentarios situacionistas.
El objetivo final de todo esto, como dice Guillamino (es decir Pau Guillamet), “es reivindicar la música de los años sesenta y vincularla a lo que se hace ahora”. O como añade Beltran: “Escuchado el disco, creo que transmite un espíritu de una generación que se niega a renunciar”. ¿Y cómo lo ven aquellos venerados protagonistas? Núria Feliu lo tiene claro: “En aquella época, en los sesenta, no todo el mundo llevaba chirucas; teníamos la suerte de tener grandes letristas y músicos, ¡y toda esa buena música se hizo antes de que aparecieran los cantautores!”. Su tocaya Graham, 55 años más joven, canta por primera vez en un disco en catalán y reconoce: “No sabía de qué iba la historia, pero todo ha sido muy fácil”.
Entre los participantes, Núria Feliu, Núria Graham, Francesc Burrull, Joan Colomo o Lita Torelló