Diseño japonés para el Camp Nou.
El estudio japonés Nikken Sekkei diseñará el estadio, que estará listo en el 2021
El estudio Nikken Sekkei, con Pascual-Ausió, ganó ayer el concurso del nuevo estadio blaugrana, que ganará 6.000 plazas. El Barça quiere que las obras empiecen en verano del 2017.
El jurado del Espai Barça deshojó ayer la margarita. El nuevo Camp Nou llevará la firma de Nikken Sekkei, tal y como ya había adelantado LaVanguardia.es a media tarde. El equipo japonés, que trabajará de la mano del estudio catalán PascualAusió, ganó la puja por unanimidad, una deliberación que se cerró ayer: a primera hora de la noche lo celebraba en la Torre Bellesguard, en Sant Gervasi. Las obras podrían empezar en el verano del 2017 y concluirse en el 2021. Con ellas se cerraría el proyecto Espai Barça, el plan urbanístico diseñado para re- dimensionar el club y revisar su relación con el barrio de Les Corts y con la ciudad en general.
La transformación del estadio será notable. Ganará alrededor de seis mil plazas, hasta las 105.000, y todas ellas quedarán cubiertas. Los espectadores estarán más anchos y más cómodos en los nuevos asientos. Se incorporarán videomarcadores de última tecnología. Los pasadizos serán más amplios. Se soterrará un parking de unas 4.000 plazas. Se sacará provecho de las nuevas zonas de socios y espacios para la comercialización: el club pretende crear nuevas áreas vips, e incluso restaurantes, un área de negocio que hasta ahora no ha estado explotando. Y tendrá una singularidad en el diseño: la cubierta exterior, acristalada, se desmarca de la tendencia de los nuevo estadios, que acostumbran a forrar su estructura, proyectando una imagen de luminosidad por la noche.
De ahí, de esos ingresos extraordinarios, debería salir parte de la financiación del proyecto Espai Barça, que se elevará a los seiscientos millones de euros. Unos doscientos millones llegarían desde los ingresos internos del club. Otros doscientos, de préstamos financieros. Y el resto, a través de patrocinios. Al Camp Nou se le busca un apellido comercial, un title right, fórmula ya explorada en decenas de estadios, como el Allianz Arena de Munich, el Emirates del Arsenal o el Etihad del Manchester City.
El jurado calificó la propuesta ganadora como “abierta, elegante, serena, intemporal, mediterránea y democrática”. “Descompone y trata con ingenio la gran altura y amplitud, fruto de la necesaria ampliación de la instalación”, añadió.
La complejidad del proyecto, que se presentará al público en las próximas semanas (la maqueta
Cuando todos los estadios apuestan por recubrir la fachada, el Barça plantea un exterior abierto y acristalado El equipo se propone trabajar a destajo durante los veranos, y centrarse en la cobertura el resto del año
quedará expuesta en la Sala París), hará que la reforma se prolongue por cuatro años. En los tres meses de verano se trabajaría a destajo, mientras que en los nueve restantes sólo podría actuarse sobre los exteriores del estadio: en su interior, durante la Liga, se estaría jugando al fútbol.
Esas particulares condiciones habían llevado al club a elevar un voluminoso pliego de condiciones. Cada concursante tuvo que resolver un crucigrama de 1.500 peticiones, todas las que habían elaborado el jurado (nueve miembros: cuatro representantes de la junta del Barça, tres expertos del Col·legi d’Arquitectes de Catalunya, otro técnico del Ayuntamiento de Barcelona y Juan Pablo Mitjans, arquitecto independiente) y el comité técnico del Espai Barça. Catorce equipos habían hecho los deberes, presentando su candidatura. La cifra se había reducido a ocho en enero y a cuatro hace diez días. Los últimos cuatro presentaron ayer su propuesta final.
En las últimas semanas, todos los planes habían tenido que someterse a ajustes técnicos y económicos. El comité de expertos del Espai Barça les pedía que equilibraran sus presupuestos y eliminaran aquello que podía considerarse superfluo. Tuvieron mes y medio para proceder a los reajustes.
La reforma del Camp Nou es la piedra angular alrededor de la que gira el Espai Barça. La gran apuesta de futuro del club pasa por liberar espacios que hoy están vallados, multiplicar el aforo del Camp Nou y el del Palau (este, a cargo del equipo HOK + TAC, será asimétrico y pretende reforzar el efecto olla, pensado para intimidar a los rivales), ganar espacio peatonal soterrando el parking y concederle hectáreas a la sociedad civil, que así podrá levantar oficinas comerciales en zonas hoy bajo el uso exclusivo del club.
Las tramitaciones urbanísticas marcarán el calendario del proyecto. Jordi Moix, comisionado del Espai Barça, declaraba la semana pasada que “el diálogo con el Ayuntamiento está siendo fluido”. “Aunque no debemos olvidar –añadió– que hubo elecciones municipales hace poco tiempo, y que el nuevo equipo de gobierno ha necesitado un tiempo de aterrizaje”.