Negociación en Ginebra
Los rebeldes alegan que Damasco no respeta el alto el fuego
La oposición siria se resiste a pactar con el régimen.
El Gobierno de Damasco ha anunciado su participación en la próxima conferencia de paz en Ginebra del 14 de marzo pero los grupos de la oposición representados por el Alto Comité de Negociadores, auspiciado por la monarquía absoluta saudí, aún no ha decidido si acudirá. El portavoz rebelde ha acusado a los dirigentes sirios de continuar sus ataques y a sus aliados ruso e iraní de provocar “una hecatombe con sus bombardeos”.
Uno de estos ataques hizo blanco ayer en el mercado de combustible de Abu Dhuhur, en la provincia de Idlib. Murió una docena de personas, todos civiles.
A pesar de este incidente, el mando militar ruso ha estimado que, en general, “se respeta el alto el fuego” en las zonas controladas por el régimen. Continuaban, sin embargo, los ataques sobre las bases del Estado Islámico y del Frente Al Nusra que, a su vez, disparaban contra los kurdos. La dispersión de los combatientes de Al Nusra por el territorio sirio y su imbricación con grupos como el Ejercito Libre Sirio complican la delimitación de las zonas de alto el fuego. Esto explicaría el bombardeo de ayer en Abu Dhuhur.
Una de las consecuencias de esta tregua es que en Idlib, en otras localidades dominadas por la oposición y en el sector rebelde de Alepo se han reanudado las manifestaciones contra el régimen de Bashar el Asad que hubo al principio de la rebelión. “Es la vuelta al origen”, rezaba una de sus pancartas¨. En Idlib los yihadistas del Al Nusra amenazaron con disparar sobre los manifes- tantes que también desafían su instaurado poder.
El alto el fuego ha permitido reanudar el servicio de taxis en Alepo y la exhibición de una muestra de la producción textil organizada por la cámara de comercio.
Alepo había sido un centro textil, y en su época de esplendor, fue llamada, alguna que otra vez, la Barcelona de Siria.
El Alto Comité de Negociadores sigue reclamando, como su protectora, la monarquía absoluta saudí, que del hipotético gobierno de transición sea excluido Bashar el Asad . El mediador de la ONU, Stephan de Mistura, declaró que son lo sirios los que deben decidir sobre su suerte, recordando que el programado objetivo de la conferencia de paz es formar un nuevo gobierno, elaborar una nueva constitución y convocar elecciones legislativas y presidenciales.
En realidad esta tregua –un gran alivio de la población civil extenuada– consolida las posi-
Mientras que un ataque causa una docena de muertos en un mercado de Idlib, Alepo recupera el pulso
ciones militares del régimen y prepara su ofensiva diplomática. En el trasfondo surge la suerte de Alepo, donde las tropas regulares sirias, con ayuda rusa, han conseguido avances notables ante el sector rebelde.
La situación ha sido resultado de la revisión de la estrategia llevada a cabo por Rusia que ha permitido reafirmar, por ahora, sus superioridad militar con respecto a la Turquía vecina. La conquista de sus barrios seria la gran derrota de la oposición.