Las campañas anti-Trump frenan el avance del magnate
Bloomberg admite que renuncia para no contribuir a un triunfo ultraconservador
Las campañas para impedir la nominación de Donald Trump como candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos están empezando a dar algún resultado, que todavía no le arrebata la condición de favorito pero sí que añade incertidumbre a la posibilidad de que consiga los delegados suficientes como para proclamarse automáticamente candidato antes de la convención de julio en Cleveland.
El magnate de Nueva York sigue liderando los sondeos, pero cada vez con menos ventaja respecto a sus rivales. Su tendencia es a la baja y la de sus competidores al alza. Según un sondeo nacional del Washington Post divulgado ayer, Trump ha perdido tres puntos mientras que sus contrincantes han ganado cuatro (Cruz), siete (Rubio) y once (Kasich).
En las confrontaciones del fin de semana sus resultados quedaron muy por debajo de los pronósticos de las encuestas. Por ejemplo, en Kansas iba muy por delante en los sondeos y acabó perdiendo con 25 puntos de diferencia respecto al ganador, Ted Cruz. En Kentucky, donde los sondeos pronosticaban que arrasaría con una ventaja de 13 puntos, ganó sólo por cuatro y en Luisiana, con sondeos que le daban hasta 20 puntos de ventaja ganó por una diferencia de 3,6 y apuntándose tantos delegados como el segundo.
A medida que se van celebrando elecciones y caucus, los sondeos a pie de urna reflejan una movilización en su contra de votantes que toman su decisión en el último momento y esa era la expectativa ayer en las primarias de Hawai, Idaho, Michigan y Misisipí.
La desaceleración que sufre Trump en la carrera alimenta dos teorías. Que perderá cuando un sólo aspirante aglutine el voto en contra o que,sin conseguir los delegados necesarios, una convención abierta designe un candidato más cercano al aparato del partido.
El problema del establishment es que quien más se beneficia de las campañas anti-Trump es de momento Ted Cruz, otro candidato indeseado. Mitt Romney pidió expresamente el voto para Marco Rubio en Florida y para John Kasich en Ohio, y Michael Bloomberg, otro millonario de Nueva York que amagó con una candidatura independiente, admitió que renunciaba para no contribuir a la victoria de los candidatos republicanos más extremistas. Bloomberg, ex alcalde de Nueva York, tiene un perfil centrista y liberal en los asuntos que más enervan a los conservadores. Es decir, que su concurso habría resultado contraproducente a los objetivos que perseguía. “Mi candidatura –escribió Bloomberg– podría conducir a la elección de Donald Trump o del senador Ted Cruz y eso es un riesgo que mi conciencia no puede asumir”.
De Trump dice que lleva a cabo la campaña presidencial “más divisiva y demagógica aprovechándose de los prejuicios y los temores de la gente”. De Cruz, que sus posiciones “no son menos extremas que las de Trump”.