El Govern desea “pasar página” de Rajoy para poder “retomar el diálogo”
Munté ve imposible hablar de futuro con un gabinete “en tiempo de descuento”
El Govern continúa siguiendo con atención el proceso de investidura del nuevo presidente español, ahora en tiempo muerto, y confía en poder disponer cuanto antes mejor de un interlocutor con el que afrontar los problemas diversos que afectan a Catalunya. El gabinete de Carles Puigdemont no tiene preferencia sobre el color político del Gobierno español que se acabe constituyendo, pero aún así sí desea “poder pasar página de la etapa de Mariano Rajoy en la Moncloa, que ha sido muy adversa para Catalunya, y encontrar a alguien al otro lado para retomar el diálogo”, subrayó ayer la portavoz del Govern, Neus Munté.
“Ahora no tiene sentido un encuentro del presidente de la Ge- neralitat con el presidente español en funciones, porque tendrían que hablar de temas de futuro y el actual gabinete del PP está en tiempo de descuento”, precisó la consellera de Presidència, que se mostró esperanzada, no obstante, en “poder tener a alguien lo antes posible con quien dialogar”. Una esperanza, de todos modos, que admitió que no será fácil de cumplir después del fallido debate de investidura de la pasada semana en el Congreso, y máxime tras constatar por parte de los partidos mayoritarios –PP, PSOE y C’s, con la única salvedad de Podemos– “un silencio, una negativa y un veto a hablar de cuestiones importantes para Catalunya, como, por ejemplo, la del referéndum”, lamentó en la rueda de prensa posterior a la reunión del Govern.
Dos meses y medio después de las elecciones del 20-D, desde el gabinete de Carles Puigdemont se mantiene inalterable la tesis formulada por el propio presidente de la Generalitat de que no tiene sentido entablar conversación alguna con el actual inquilino de la Moncloa y de que es preferible esperar a que sea investido un nuevo presidente español para abrir un diálogo que, según fuentes del Govern, necesariamente tendrá que versar sobre las aspiraciones de futuro de Catalunya y explícitamente sobre el mandato de iniciar un camino hacia la constitución de un Estado propio surgido de las urnas el 27-S. Algo, es decir el proceso soberanista, de lo que el todavía presidente del Gobierno español ni tan siquiera ha querido oír a hablar durante todo su mandato.
Más allá de este enfoque político general, el Govern es consciente, en cambio, de la necesidad de que se produzcan contactos entre consellers y ministros para resolver los problemas que a menudo se derivan de la gestión del día a día. Es el caso, por ejemplo, de la reunión que hace unos días el nuevo titular de Territori, Josep Rull, tuvo con su homóloga Ana Pastor, de las conversaciones que en las últimas horas el vicepresidente y responsable de Economia, Oriol Junqueras, ha llevado a cabo con Luis de Guindos y Cristóbal Montoro, o de las comunicaciones telefónicas y epistolares que mantienen otros consellers, con suerte diversa. “Hay mucha diversidad de relaciones”, resumió gráficamente Neus Munté.