Capuchinos, 50 años
Qué sucedió allí? Dice la ley de Universidades de Catalunya que “en la resistencia contra el franquismo destacó el papel de la universidad como espacio de reivindicación democrática y pacífica de las libertades y de afirmación de sus funciones sociales. Son exponentes de ello episodios como el acto de constitución, el 9 de marzo de 1966, del Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universidad de Barcelona [SDEUB], en el convento de los Capuchinos de Sarrià”.
Con la asamblea constituyente, anunciada antes, sin lugar ni día, en los centros universitarios, culminaba una lucha de años por una organización propia, democrática, independiente del gobierno y de la Falange. Asistieron unos quinientos estudiantes, representantes de los veinte mil universitarios de Catalunya, que les habían votado masivamente en unas elecciones libres como respuesta al intento del régimen de sustituir el falangista y obligatorio Sindicato Español Universitario por las Asociaciones Profesionales de Estudiantes, que no llegaron a cuajar. Asistieron también más de cuarenta invitados, básicamente intelectuales y profesores no numerarios. Al ser imposible celebrarla en la universidad, la reunión se acogió a la hospitalidad de los frailes.
Iniciado el acto, la policía asedió el convento, en el que irrumpió unos dos días después por orden del dictador y sin permiso eclesiástico. Los intelectuales fueron detenidos y multados. La represión contra los universitarios (detenciones, torturas, expulsiones, penalizaciones en el servicio mi- litar) se intensificó y ya no cesó. Unos y otros contaron durante el sitio con la solidaridad de los capuchinos, que llegó al punto de facilitar la evasión de personas particularmente comprometidas.
No fue, por tanto, como se ha dicho y se dice, una conspiración ni un encierro, sino la insólita constitución, bajo la dictadura, de una organización democrática, ilegal pero no clandestina, que aspiraba a una universidad democrática, como la que propugnaba el manifiesto aprobado en la asamblea. Y que sólo era posible en un marco de libertades, negadas y combatidas por aquel régimen ominoso.
Faltaban más de diez años para la reinstauración de la democracia y el SDEUB no pudo pasar de 1968. Pero el franquismo había perdido la universidad. Y nunca más la recuperaría.