El Govern enmarca el acuerdo “en la dinámica local”
El acuerdo de CDC y PSC para formar gobierno en el Ayuntamiento de Girona y, especialmente, las duras críticas del hasta ahora alcalde, Albert Ballesta, a ERC no afectarán ni al Govern ni a la coalición de Junts pel Sí en el Parlament de Catalunya. Eso es, por lo menos, lo que aseguró ayer la consellera de Presidencia, Neus Munté, que atribuyó el acuerdo a las “dinámica loca- les” e insistió en que el pacto municipal en Girona no es extrapolable a la coalición: “En ningún caso se pueden presuponer cambios en las sinergias que existen en el Parlament”. Munté espera que el pacto sirva para dar “estabilidad y normalidad” al Consistorio, a pesar de que este deja de tener un gobierno plenamente independentista tras la incorporación del PSC. Desde la óptica socialista, este será un acuerdo “de buen gobierno”. La portavoz del PSC en el Parlament, Eva Granados, manifestó al respecto que cuando su partido “tiende la mano lo hace con la voluntad de un buen gobierno y de un pacto estable”. Mientras, desde las filas populares, se insiste en que los socialistas catalanes se “han vendido al independentismo”. El líder del PP en el Parlament, Xavier García Albiol, indicó que el pacto “pone en evidencia que los socialistas en Catalunya y en Girona no tienen ningún tipo de complejo en hacer un gobierno de coalición con un partido que ha apostado claramente por la ruptura”. La CUP reaccionó desde Girona afirmando que la ciudad ha pasado “de liderar el independentismo a rescatar la sociovergencia”.