La Vanguardia (1ª edición)

‘Paranormal Community’

- Fernando de Felipe

Vendo piso. Amplio, soleado, céntrico y bien comunicado. Finca típica del Eixample. No necesita reformas. Cocina y baño impecables. Precio negociable. Ideal para parejas con hijos, emprendedo­res con posibles, productore­s de programas tipo Bertín Osborne y similares, y partidos emergentes sin sede propia. Abstenerse agencias tributaria­s, especulado­res turísticos, okupas a tiempo parcial y yayoflauta­s con problemas de movilidad (la finca no tiene ascensor)”.

Este es el anuncio que pensé colgar justo después de ver el último trabajo de investigac­ión paranormal que nos ofreció el pasado domingo por la noche el impresiona­ble Íker Jiménez en su cada vez más contaminan­te Nave del Misterio. Resulta que a los de Cuarto Milenio, no contentos con asustarnos cada semana con su consabida ración de conspirano­ias a la carta, enigmas de baratillo, abduccione­s al por mayor y fenomenolo­gías varias, se dedicaron en esta ocasión a contarnos las sobrenatur­ales penas de los inquilinos de un bloque de viviendas sevillano que, por lo visto y oído en el programa, no ganan para sustos.

Yo, hasta ese preciso momento, había creído que todos los ruidos de muebles arrastrado­s, niños corriendo a las tantas, aullidos, golpes en las paredes, portazos intempesti­vos y demás molestias medioambie­ntales eran cosa de mi vecina de arriba, una tipa de lo más insoportab­le que acostumbra a jugar a las canicas cuando el resto de la comunidad intenta conciliar el sueño.

Pues al final va a ser que no. Según Íker y su voluntario­so equipo de cazafantas­mas a tiempo parcial, todas esas tocadas de narices podrían tener su origen (que no su explicació­n, y aún menos su solución) en alguna mandanga de tipo paranormal. De ahí que me urja tanto vender el piso y mudarme cuanto antes a otro edifi- cio que, a poder ser, no esté construido ni con pladur ni sobre un antiguo cementerio indio.

A lo mejor me estoy precipitan­do y la cosa no es para tanto (aunque la tipa de arriba sí lo sea), pero es que después de escuchar tanto a Íker anunciando que iba a ofrecernos un auténtico “hito en el mundo del misterio”, como a su sobreactua­do locutor diciendo eso de que “nos topamos cara a cara con el infierno que viven los vecinos”, a mí al menos se me han quitado de golpe las ganas de acudir a la próxima reunión extraordin­aria de la comunidad de propietari­os para discutir, además de lo de los bajantes y el ascensor, cuántos votos son necesarios para poder encargarle­s oficialmen­te a los cuarto mil en aristas Nacho Ares y Clara Ta hoces que nos resuelvan tan incómoda papeleta con sus cámaras de visión nocturna, sus grabadoras a prueba de duendes y sus selfies a lo Paranormal Activity.

No sé, tengo que hablarlo antes con mi administra­dor, no vaya a ser que a algún vecino de natural agarrao se le ocurra pedirle un presupuest­o algo más económico y ajustado a, por ejemplo, el añorado Santiago Vázquez, el defenestra­dísimo excolabora­dor (y ahora libre competidor) del propio Íker Jiménez. Y es que por ahí sí que no paso, que ya se sabe que en esto de los exorcismos a domicilio lo barato siempre termina costándote caro.

Este domingo ‘Cuarto Milenio’ se dedicó a contar las penas sobrenatur­ales de los inquilinos de un bloque de viviendas sevillano

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain