La Vanguardia (1ª edición)

Laboratori­os Unzue

El Barça sólo ha encajado tres goles a balón parado

- CARLES RUIPÉREZ Barcelona

AJuan Carlos Unzue (48 años) todavía se le recuerda por correr y exprimirse en el campo de la Masia cuando el equipo aún no utilizaba la ciudad deportiva. Una vez concluida la sesión se quedaba a dar una decena de vueltas a buen ritmo. Lo sigue haciendo. Porque para el navarro la exigencia empieza por uno mismo, una máxima que comparte Luis Enrique. Precisamen­te por eso, cada vez que hay una falta o un córner, ya sea a favor del Barça o en contra, el técnico asturiano abandona su sitio en el área técnica, se retira al banquillo y le deja dar todas las instruccio­nes a su segundo de a bordo. Luis Enrique sabe que Unzue no permitirá una bajada de tensión ni de atención. Y el Barcelona está en buenas manos, ya que sólo ha encajado tres goles a balón parado en 48 partidos.

Por segundo año, el Barça salió indemne de Ipurua, uno de los campos más estrechos de la Liga. Tampoco el Sevilla de Emery pudo utilizar su poderío aéreo y el Atlético ha salido frustrado de cada duelo. Porque la estrategia, antigua debilidad, se ha convertido en uno de los puntos fuertes del conjunto de Luis Enrique. Sólo Casadesús (Levante), Papadopoul­os (Bayer) y Ja- vi Guerra (Rayo) –el último, el 17 de octubre– han perforado en córners la fortaleza levantada por Unzue, que aplica su sabiduría acumulada en 17 temporadas en Primera en las porterías y las áreas de Osasuna, Barcelona, Sevilla, Tenerife y Oviedo.

“Tenemos un responsabl­e que es Unzue. Creo que hemos mejorado muchísimo desde la temporada pasada. Intentamos preparar el balón parado el día antes del partido, dependiend­o del rival. Al hacer defensa mixta depende mucho de la actitud y el compromiso de los jugadores”, disecciona Luis Enrique.

El trabajo de análisis de Unzue en el laboratori­o es meticuloso. En defensa, ordena los marcajes. Piqué, el más alto, es el hombre libre mientras que Rakitic, Busquets y Mascherano se encargan de los rivales más peligrosos de cabeza. En ataque, el navarro coloca a los jugadores dependiend­o de la jugada de estrategia que elige pero también sitúa a los futbolista­s que no suben al remate para evitar contragolp­es. Todo con minuciosid­ad. Además de planificar la pizarra –con el iPad–, Unzue no sólo es la mano derecha del asturiano sino que también ejerce un contrapunt­o de calma al nervio del entrenador. Un equipo que trabaja junto desde el año 2013 en el Celta. “Es sereno y Luis Enrique le escucha”, dicen desde dentro de quien también tiene experienci­a en solitario en los banquillos. En medio de la etapa de Guardiola, donde era el preparador de porteros, como con Rijkaard, Unzue probó fortuna en el Numancia, al que clasificó décimo en Segunda en la 2010-11. En el 2012, firmó con el Racing pero nunca llegó a dirigirlo.

Los experiment­os de Unzue también dan frutos en ataque. Dos de los cuatro goles de Piqué (al Espanyol y al Athletic) son atribuible­s al laboratori­o, después de sacar sendos córners en corto, mientras que dos de las dianas del partido contra el Roma, las de Piqué y Suárez, también se originaron en la esquina tras combinacio­nes más largas o un rechace. Y es que Unzue no sólo retoca los defectos sino que aprovecha las estrategia­s que el equipo sufre. La jugada que elaboraron Messi, Iniesta y Piqué en el gol en el derbi copero del 6 de enero es la misma que utilizó el Rayo para fabricar el tanto de Javi Guerra. Los laboratori­os Unzue están en continua evolución.

Además de la pizarra, el segundo entrenador ejerce de contrapunt­o calmado al nervio de Luis Enrique

 ?? ÀLEX GARCIA / ARCHIVO ?? Unzue sale al área técnica a dar instruccio­nes para una jugada a balón parado, mientras Luis Enrique se dirige al banquillo
ÀLEX GARCIA / ARCHIVO Unzue sale al área técnica a dar instruccio­nes para una jugada a balón parado, mientras Luis Enrique se dirige al banquillo

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