La Vanguardia (1ª edición)

MAYOR IGUALDAD]

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Otro argumento de los defensores del horario de la escuela a tiempo completo es que es más equitativo. “Visito multitud de centros abiertos que dan comidas y hacen acompañami­ento en la realizació­n de deberes a alumnos de secundaria de institutos que han compactado jornada; jóvenes que en casa no tienen recursos para comer y, como se han quedado sin su beca comedor, no tienen acceso a una comida saludable al día. Se está tratando de cubrir esa carencia con recursos de la comunidad, cuando debería hacerlo el sistema educativo”, denuncia Sintes. En Catalunya, uno de cada cuatro niños está en situación de exclusión.

A pesar de todo, en Catalunya se ha implantado la jornada intensiva en secundaria y hay una prueba piloto para hacerlo en primaria. En algunos lugares, se respondía así a la vieja reivindica­ción del profesorad­o de trabajar sólo por las mañanas. Y, en los últimos años, la crisis ha acelerado el proceso. La Administra­ción –dicen algunos– se ahorra con ello las becas comedor. Y muchos padres y madres sin trabajo han visto que, ya que están ellos en casa, el horario intensivo les ahorra dos viajes al día. Son, en todo caso, criterios que nada tienen que ver con la pedagogía. Por eso hay quien recomienda volver a poner a los niños en el centro. La Diputación de Barcelona parece interesada en el modelo de escuela a tiempo completo, que también ha sido bien recibido en algunos sectores de la comunidad educativa. En Catalunya, algunos municipios y centros educativos están interesado­s en implantarl­o a partir del próximo curso

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