El ascensor social y laboral
En España, con elevadas cifras de paro juvenil, uno de cada cinco jóvenes abandona prematuramente sus estudios
El 21,9% de los jóvenes catalanes deja los estudios antes de terminar la educación secundaria superior (abandono escolar prematuro) cuando en la Unión Europea este porcentaje es del 11,1%. Se trata de una cifra preocupante porque está demostrado que la tasa de paro viene determinada por el nivel de estudios, y a menos estudios más temporalidad laboral y bajos niveles salariales en el futuro.
Cuatro expertos del ámbito de la educación –Miquel Àngel Essomba, comisionado de Educación y Universidades del Ayuntamiento de Barcelona; Javier DíezPalomar, investigador del Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales y la Matemática de la UB; Xavier Raurich, profesor del Departamento de Teoría Económica de la UB, y Pilar Ugidos, directora de la escuela pública Miquel Bleach de Hostafrancs–, se reunieron hace unos días en el Palau Macaya, dentro del ciclo Debates de RecerCaixa que impulsa la Obra Social la Caixa en colaboración con la Associació Catalana d’Universitats Públiques (ACUP), para debatir sobre el fracaso escolar y se preguntaron qué pasa dentro y fuera del aula para que España tenga la tasa de abandono escolar prematuro más alta de la UE.
DE DÓNDE VENIMOS Raurich destacó que “debemos tener en cuenta de dónde venimos y no ser catastrofistas. Ahora el abandono escolar supera el 20% –antes de la crisis era del 37%–, pero en la década de los ochenta la tasa era del 55%”. El profesor de la UB apuntó como factores determinantes la situación socioeconómica de la familia y el nivel de estudios de los padres. “Uno de los motivos de abandono escolar es la impaciencia. El joven quiere disponer de dinero para comprarse ropa, un móvil, salir… Si la familia puede permitírselo, entonces no hay ningún problema, pero si los padres no disponen de dinero para satisfacer estas necesidades del joven, éste deja los estudios para ponerse a trabajar”.
Raurich también explicó que “en las familias donde uno de los padres tiene estudios postobligatorios, la tasa de abandono es del 15%, mientras que en las que ninguno de los dos progenitores tiene estudios postobligatorios –que suelen ser familias con menos ingresos– es del 45%”.
Ante esta realidad, Essomba destacó la necesidad de intervenir. “La crisis y las desigualdades ponen en riesgo la igualdad en la educación y, por ejemplo, hemos observado que si incrementamos el número de becas comedor el absentismo escolar se reduce”.
CÓMO ACTUAR EN EL AULA Por su parte, Díez-Palomar explicó su experiencia investigadora y remarcó cómo el tipo de actuación que se lleva a cabo en el aula puede conducir hacia el éxito, el fracaso o el abandono esco- lar. “El tipo de actuación no es neutral, e influye en los resultados y, por ejemplo, muchos estudios indican que crear grupos homogéneos, por niveles, da peores resultados y provoca que se incremente la brecha entre los que van bien y los que no, y se estigmatiza a estos niños. Pero si se mezclan, se crean más oportunidades para todos: el alumno que ha entendido el concepto a la primera debe esforzarse para explicárselo a un compañero al que le cuesta más, y es positivo para ambos”.
De la misma opinión es Pilar Ugidos que, con una dilatada experiencia pedagógica, subrayó que “los agrupamientos homogéneos son un mito; la homogeneidad no existe; debemos mirar la realidad y trabajar con lo que tenemos, valorando las capacidades de cada alumno y dando respuesta a las necesidades. La educación avanza cuando se integran las divergencias”. En este sentido, Essomba subrayó la importancia de no quedarse sólo con el rendimiento académico a la hora de valorar un niño.
La directora de la escuela Miquel Bleach explicó la divergencia entre lo que sucede en el aula y la realidad del merca-
XAVIER RAURICH: “A MENOS ESTUDIOS, MÁS TEMPORALIDAD LABORAL Y BAJOS NIVELES SALARIALES EN EL FUTURO”
do laboral. “Hoy todavía se hacen exámenes memorísticos, especialmente en las universidades, pero cuando un joven va a una entrevista de trabajo se le valora la capacidad de razonar, de liderar, sus habilidades sociales, su actitud, etc.”.
FRACASO COLECTIVO Ujidos también manifestó que “detrás del concepto fracaso hay una creencia, y la mayoría de la sociedad piensa que
MIQUEL ÀNGEL ESSOMBA: “LO
QUE NO INVIERTAS
EDUCACIÓN, AHORA EN LO GASTARÁS DESPUÉS EN
SERVICIOS SOCIALES”
fracasa el alumno, cuando el fracaso debería repartirse entre la sociedad, el sistema educativo, la escuela y el alumno”.
Para disminuir el abandono y el fracaso escolar, Essomba remarcó la necesidad de tener muy presentes las diferentes realidades sociales y educativas, “y adecuar los recursos y las normativas a cada realidad. Aplicar medidas homogéneas no funciona, porque la realidad no lo es”.
La implicación de las familias en la vida de la escuela fue otra medida propuesta tanto por el representante municipal como por Díez-Palomar. “Si la familia participa en las dinámicas de la escuela, incide de forma positiva en los niños. Un opción podría ser que los padres entren en el aula y colaboren de forma voluntaria”, detalló el investigador de la UB.
Antes de finalizar el debate, Raurich hizo hincapié en que la única forma de escapar de la pobreza es estudiando: “Hoy el joven se plantea si compensa estudiar, y la respuesta es sí; pero también es cierto que en otros países compensa más”, y apuntó como posibilidad implantar becas-salario para familias con rentas bajas. El punto final lo puso Miquel Àngel Essomba al afirmar: “Está demostrado que lo que no inviertas en Educación después lo gastarás en Servicios Sociales. La Educación no es un gasto, es una inversión”.