Ada Colau: “No me gusta que estén en el salón”
La alcaldesa pide, como la CUP, que se expulse al ejército de espacios educativos
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, dejó claro ayer que el ejército no es bienvenido en un espacio para jóvenes como el Salón de Ensenyament, que ayer inauguró junto a los consellers de Ensenyament y de Empresa i Coneixement. “No me gusta que estén en el salón. Estamos por separar espacios”, dijo Colau dirigiéndose al delegado de Defensa en Catalunya, el coronel Luis Castuera, y al jefe de área de reclutamiento, el teniente coronel Bruno Alonso. El coronel se había acercado a saludar a la alcaldesa.
Este rechazo viene precedido por una declaración institucional aprobada en el pleno del Ayuntamiento el pasado 26 de febrero a instancias de la CUP y por la que se instaba a Ensenyament a “hacer todas las gestiones pertinentes con Fira de Barcelona para no permitir la representación de instituciones militares en el Salón de l’Ensenyament ni en otro espacio educativo”, como el Festival de la Infancia. Días después, el pasado 2 de marzo, la CUP preguntó en el Parlament sobre el mismo hecho y la consellera Meritxell Ruiz respondió que ya se había puesto en contacto con el Departament d’Economia y con la Fira de Barcelona “para revisar el convenio con el resto de administraciones e instituciones para replantear la presencia del ejército y cumplir con la Resolución 1141/X”. Esta resolución, acordada el 16 de julio del 2015, insta a Ensenyament, como coordinador del salón a que “en las próximas ediciones no participen las Fuerzas Armadas”. Fue presentada por ERC.
Fuentes del Ministerio de Defensa han manifestado el respeto a la libertad de expresión de la alcaldesa, pero han defendido su presencia en este certamen por la oferta formativa que presentan a los jóvenes. “Más allá de cuestiones ideológicas, cabe recordar que las fuerzas armadas son una institución más en nuestra sociedad –indicaron– que ofrecen salidas académicas como el resto de entidades del salón”. Y consideraron que es “una vía vocacional para mucha gente”. Con respecto a su papel en la sociedad recordaron que es “el principal garante de nuestra libertad”.
Durante la mañana de ayer, hubo protestas por parte de miembros de la campaña “Desmilitaricemos la educación”, en la que unos activistas escenificaron con personas tumbadas en el suelo las muertes de individuos con libros en las manos y rodeados de flores. La protesta, según los organizadores, tuvo como objetivo “hacer explícita la contradicción entre los valores humanísticos y educativos que tiene que promover la educación y los valores que promueve el ejército”, según informa la agencia Efe. Este tipo de manifestaciones no son nuevas. En el certamen Espai de l’Estudiant de Valls, celebrado a finales del pasado mes de febrero, también hubo manifestaciones ante las instalaciones informativas de los militares.
El Ministerio de Defensa explica que los ejércitos están presentes en todas las ferias de enseñanza internacionales. En España, el stand de los militares suele ser el más visitado. Y cita el caso de
Defensa pide respeto por la institución y recuerda que el ejército ofrece cursos de formación civil
Valls: por su stand pasaron 1.000 de los 5.000 visitantes en total. “No hay que olvidar que el ejército es –señalaron las fuentes– uno de los principales empleadores de España”.
En la pasada convocatoria de plazas para marines, en la que se ofertaban 1.500 puestos, se presentaron 45.000 personas. El periodo de contratación se establece en tres años: en ese tiempo, los soldados o marineros rasos cursan una formación profesional o superior de tipo civil. La posibilidad de formación es ofrecida durante toda la vida laboral del soldado.
Esta es una de las vías de acceso a las fuerzas armadas. Existe también la posibilidad de estudiar cinco años de carrera profesional tras los que se consigue el doble título de teniente e ingeniero, este último, con acreditación civil.