Váyase, señor Rajoy
La dirección del PP reacciona con un férreo cierre de filas
Voces del propio Partido Popular piden a su líder, Mariano Rajoy, que se retire.
Es una voz sólo (o varias), pero no por eso es insignificante. Por primera vez un dirigente del Partido Popular, el ex presidente de la región de Murcia, Alberto Garre, afirma en público lo que otros dirigentes del partido comentan en privado, que no es otra cosa que la necesidad de que el líder del partido y presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, dé un paso atrás para permitir una alianza de gobierno.
Garre, en una entrevista en La SER, cree que esa salida de la escena política de Rajoy, facilitaría la conformación de un gobierno presidido por los populares y sería “el mejor servicio que podría hacerle al PP y a España”.
“La propuesta (del PP) debería ser un gobierno de coalición, presidido por otra persona”, declaró Garre, quien cree que si los populares optan por esta vía el resto de grupos parlamentarios, concretamente PSOE y C’s “no rechazarán un gobierno de coalición”.
Es más, según Garre, esta petición de que Rajoy se aparte “es un clamor en el PP”, aunque sea “un clamor silencioso”, porque en los partidos, “hay muchos palmeros y algunas plañideras”.
Estas declaraciones se unen a la petición de Jaime Ignacio del Burgo, que fuera presidente de UPN, en la época en que este partido era la voz del PP en Navarra, de que Rajoy dé un paso atrás, una petición que ya le trasladó por carta y que ayer reveló en Vozpopuli. Otros dirigentes regionales, como el presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo, ya se han pronunciado en este mismos sentido hace algunas semanas. También Alejandro Morant, alcalde de Busot y uno de los dirigentes jóvenes del PP más destacados en Alicante ha pedido en su cuenta de Facebook que Rajoy “deje paso a otras personas”.
Pero fueron concretamente las palabras de Garre las que provocaron ayer una avalancha de declaraciones de apoyo a Rajoy y un férreo cierre de filas de su círculo más próximo. Esta maniobra de protección del líder se inició esta semana, tras las críticas a Rajoy de la mayoría de los grupos parlamentarios en el debate de investidura y la invitación del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, a los diputados del PP a rebelarse y forzar la caída de Rajoy.
Incluso el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, a quien Garre invocó como autoridad por haber planteado antes de las elecciones una retirada de Rajoy, manifestó ayer su apoyo a líder del PP.
La vicepresidenta del Gobier- no en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, y líderes regionales como el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes o el líder del PP de Extremadura, José Antonio Monago, defendieron públicamente la continuidad de Rajoy. Hasta el actual gobierno de Murcia salió en su apoyo.
Todos aseguran no conocer “el clamor silencioso” del que habla Garre. Si bien son conscientes de que no en los primeros niveles, que sirven de dique de contención del malestar, pero sí entre las bases, muchos creen que nadie es imprescindible y que si mantener el gobierno depende de que Rajoy se vaya, este debería planteárselo.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se mostró extremadamente duro con Garre: “Que no hable por boca de los demás, él no es el Partido Popular ni en Murcia ni en España”.
Así las cosas, y a vueltas con las maniobras de investidura, la dirección del PP está dispuesta a hacer “pedagogía” para que las bases de su partido se den cuenta de que PSOE yC’s, a pesar de lo que sostienen públicamente, no quieren pactar con el PP, sea el candidato Rajoy o cualquier otro.
Además, creen que su sustitución ahora, para las elecciones del 26 de junio, sólo beneficiaría a C’s, porque toda sucesión provoca problemas internos, hecho que podría aprovechar Rivera para seguir pescando en caladeros de voto popular.
Entretanto, el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, respondió a la carta que le remitieron sus homólogos del PSOE y C’s, y lo hizo con sendas misivas a cada uno de ellos para decirles que el acuerdo de gobierno sobre el que quieren negociar –las 200 propuestas de reformas-, a juicio del PP, ya está caducado, puesto que fue rechazado por el Congreso. “El acuerdo está ya muerto y enterrado y las exequias se celebraron el pasado viernes, cuando 219 diputados rechazaron a un candidato”, dijo Hernando.
El PP se agarra a la investidura fallida de Sánchez para centrar la posible negociación en el documento que Rajoy entregó a los dos partidos, con grandes cinco pactos, porque ese todavía no ha sido rechazado por el resto de grupos parlamentarios.
Hernando responde por separado a PSOE yC’s y acepta la invitación a dialogar, pero su documento El presidente de la Diputación de León y Jaime Ignacio del Burgo piden la renuncia de Rajoy