Trump gana en otros tres estados mientras le comparan con Hitler
“Si vencemos en Florida, se acabó”, proclama el magnate desafiando a su partido
Las campañas de publicidad dirigidas a impedir que Donald Trump sea el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos y que él mismo, con su estilo exagerado, ha valorado en 38 millones de dólares, quizá contribuyeron a su derrota el martes en Idaho, un estado con apenas un millón y medio de habitantes. Pero en la semana en que han arreciado por todas partes los ataques más agresivos contra su persona y el mismo día que el magnate tuvo que responder a las acusaciones que le comparaban nada menos que con Hitler y Mussolini, ganó las primarias en tres estados: Michigan, Misisipi y Hawái.
La marcha triunfal de Trump avanza sin prisas pero sin pausas y al establishment republicano apenas le queda una semana para lograr detener al millonario de los rascacielos.
Porque el martes que viene será otro día clave, cuando las primarias de Florida y Ohio confirmarán o desmentirán definitivamente las posibilidades de Marco Rubio y John Kasich, los dos aspirantes preferidos por el establishment republicano, que no tuvieron una gran noche el martes. Los sondeos señalan a Trump como favorito en los estados natales de Rubio y Kasich y, de cumplirse este pronósti- co, la suerte estará echada. “Si vencemos en Florida, se acabó”, proclamó Trump el martes envalentonado tras el fiasco de Marco Rubio, que no llegó al 10% en Michigan.
El magnate neoyorquino sigue ganando primarias con resultados no tan abultados como vaticinaban los sondeos, pero el martes Michigan fue una excepción y su capacidad de seducción entre los obreros industriales blancos le otorgó una ventaja mayor de lo esperado. Obtuvo el 37% de los votos frente al 25% de Ted Cruz, que fue segundo, casi empatado con John Kasich, que recabó el 24% de los apoyos. En Misisipi Trump obtu- vo el 47% y en Hawái el 42%, pero estos estados repartían menos delegados. La victoria en Idaho de Ted Cruz le permitió insistir. “Soy el único capaz de desbancar a Trump”, una frase que ayer repetía Carly Fiorina, quien tras su renuncia se ha pasado con armas y bagajes a apoyar al candidato más conservador de todos. Sus posibilidades no serían tan remotas si se tiene en cuenta que, en número de delegados, Trump le gana por sólo 99 cuando faltan más de mil por distribuirse. El escepticismo sobre Cruz viene de sus posiciones ultras que difícilmente tendrán éxito en estados muy poblados de tendencia más liberal.
Con todo, el funcionamiento de las primarias republicanas plantea algunas paradojas. Trump parece un líder escapado, pero hasta la fecha sólo ha conseguido el 34,4% de los votos emitidos, de ahí que todas las conjeturas se centren en qué ocurrirá cuando tenga delante un solo adversario. Y según un sondeo de The Washington Post, sólo el 51% de los republicanos se sentiría satisfecho con el magnate de candidato. De hecho, es menos deseado que los demás, pero se aprovecha de la división entre sus contrincantes.
En lo que no tiene rival Trump es en su capacidad de seguir dominando el escenario. Para celebrar sus victorias el martes y proyectarlas sobre Florida, el magnate organizó el mitin más insólito de la historia electoral de Estados Unidos. Lo convirtió en un escaparate de publicidad de los productos que comercializa con su nombre, filetes Trump, vino Trump, agua mineral Trump, vodka Trump... “Los filetes Trump son los mejores del mundo”, proclamó en plan mercachifle de su propia teletienda.
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CIFRAS PARADÓJICAS El aspirante millonario sale airoso a pesar de satisfacer sólo al 51% de los republicanos