El factor Jatami
La popularidad del expresidente reformista, pese a los esfuerzos por silenciarlo, irrita al ala dura del régimen iraní
Frente a miles de personas en una visita a la ciudad de Yazd, el pasado lunes, el presidente iraní, Hasan Rohani, pronunció lo impronunciable: Jatami. La masa, para sorpresa de los encargados de transmitir su discurso en directo por la televisión pública, le contestó al grito de “¡Viva Jatami, viva Jatami!”. De inmediato el ruido ambiente fue cortado y nadie más pudo oír la reacción de los asistentes. Pero no era necesario.
Rohani había roto, una vez más, la regla de mencionar pública- mente el nombre del expresidente reformista Mohamed Jatami, sobre quien hay una restricción mediática en Irán desde hace casi dos años. El ala dura del régimen, en este caso representada por el sistema judicial, le cobra el apoyo que dio en el 2009 a los candidatos opositores Mir Husein Musavi y Mehdi Karubi, hoy en prisión domiciliaria. Alrededor de dos millones de personas protestaron entonces por la dudosa reelección del presidente Mahmud Ahmadineyad. De allí surgió el llamado movimiento verde de contestación.
Esta restricción es “ilegal”, dice Rohani, que ha asegurado que el Consejo de Seguridad Nacional, del que él forma parte, nunca ha aprobado esta sanción contra el expresidente. Pero en Irán hay decisiones que nunca son claras, y cuya explicación escapa hasta al mismo presidente. El portavoz del sistema judicial, en un claro acto de desafío, sigue insistiendo que la prohibición sigue en curso.
El régimen también le cobra su popularidad. Pocas personas en Irán tienen una capacidad de movilización como este clérigo de buenas maneras y defensor de las ideas reformistas que gobernó entre 1997 y el 2005. “Lo interesante es que, después de muchos años, Jatami ha entendido que tiene poder para movilizar a la gente. Y ahora sí lo está utilizando, no como antes, que parecía tener miedo de enfrentarse a las instituciones”, asegura un observador iraní que pide el anonimato.
En las elecciones presidenciales del 2013 Jatami tuvo un papel fundamental a la hora de pedirle a la población que votara por el entonces desconocido clérigo Hasan Rohani. El hoy presidente salió victorioso por sorpresa con más del 50% de los votos. Jatami también se implicó en las pasadas elecciones del 26 de febrero.
Si bien su nombre no puede ser mencionado en la prensa, y mucho menos publicada su foto, el expresidente hizo uso del medio más popular en Irán hoy: las redes sociales. A través de Telegram, Instagram y Facebook distribuyó un vídeo en el que llamaba a participar y a votar por la moderación. Y la gente respondió, tal como lo reconoció el mismo Rohani en una rueda de prensa días atrás al decir que el “líder heroico” –por Jatami– había jugado un papel principal en la movilización electoral.
Los candidatos que apoyaban la coalición de moderados y reformistas que respaldan las políticas de apertura de Rohani lograron un resultado que pocos imaginaban. En Teherán obtuvieron 45 de los 46 escaños en disputa –30 para el Parlamento y 16 para el Consejo de Expertos– y los resultados en el resto del país les permitieron hacerse con al menos la mitad del Parlamento.
“Jatami, que Dios esté con usted”, “Hola a Musavi, salud a Jatami”, le gritaban sus seguidores cuando fue a votar. “Las elecciones han mostrado que estamos dentro del sistema y que no nos oponemos ni tenemos enemistad hacia nadie”, dijo Jatami en una declaración que circuló en internet. También sostuvo que Irán debería entrar en una nueva etapa.
Pero sus palabras conciliadoras siguen sin tener eco. Días atrás las fuerzas de seguridad le impidieron salir de casa para ir a la boda de Narges Musavi, la hija del excandidato. Le prohibieron también asistir al aniversario de la muerte de su hermana.
“Es hora de que el Gobierno y el resto del sistema atiendan las peticiones de la gente. Especialmente creando un boom económico y abriendo un ambiente político saludable”, dijo Jatami en uno de sus últimos mensajes.
Lo irónico es que cuanto más tratan de callarlo, más se oye hablar de Jatami en Irán.
Rohani alaba a Jatami como “líder heroico” por su papel clave en la movilización del voto moderado