Sánchez rechaza sentarse con Rajoy para negociar nada sobre la investidura
Mientras hay fe, queda esperanza. Y Pedro Sánchez sigue mostrando una fe inquebrantable en las posibilidades de lograr su sueño. “Yo me veo en la Moncloa, voy a ser presidente del Gobierno y no va a haber elecciones”, aseguró ayer el líder del PSOE en una entrevista en Cuatro.
Y pese a que Mariano Rajoy lleva varios días anunciando que va a llamarle, Sánchez vino a advertirle de que no pierda el tiempo. “He tenido casi veinte meses de poder hablar con él desde que soy secre- tario general y, desgraciadamente, me ha hecho muy poco caso”, lamentó. Y ahora, “para hablar de investiduras, hay que hablar con los equipos negociadores”, según la carta que el PSOE y Ciudadanos remitieron el martes a varias formaciones, entre ellas el PP. ¿Luego no va a haber una reunión para negociar entre Sánchez y Rajoy? “No”, zanjó.
El aspirante socialista insistió en negar cualquier entendimiento de cara a la formación de un gobierno con Rajoy ni con ningún otro posible sustituto en el PP: “No vamos a apoyar ni a Rajoy ni a ningún candidato del PP”, reiteró.
En cambio, pareció ensayar un gesto de distensión con Podemos. Si bien Sánchez no está dispuesto a hablar con Pablo Iglesias de sillones antes que de políticas, mostró su confianza en que el líder de Podemos “recapacite”, pero ya no descartó que pueda ocupar una de las vicepresidencias de su hipotético gobierno: “No me he cerrado nunca a gobiernos en coalición. El PSOE, con 90 diputados, no tiene la fuerza suficiente para hacer un gobierno monocolor, así que no me cierro a ninguna formulación”, admitió.
Sánchez, eso sí, insistió en criticar “las formas” de Iglesias –“yo con chantajes no funciono”–, y le instó a “abandonar su zona de confort, líneas rojas y vetos”. Y aseguró que su gobierno no será monocolor, pero sí paritario y con “independientes de prestigio”, “transversal y no partidista”. Desveló haber tenido ayer mismo una conversación con Felipe González: “Ve buenos mimbres en el acuerdo con Ciudadanos y ve que tenemos que entendernos también con nuestra izquierda”.