Barcelona sancionará a los clientes del ‘top manta’
El Ayuntamiento entiende que la presión policial sobre los manteros es la adecuada y no prevé incrementarla
La Guardia Urbana intensificará las multas contra los clientes del top manta. Lo explicaron ayer la teniente de alcalde de Derechos Sociales, Laia Ortiz; el presidente de la mesa de trabajo sobre el top manta, el republicano Jordi Coronas, y el comisionado de seguridad, Amadeo Recasens, durante la presentación del plan del Ayuntamiento para erradicar un fenómeno en expansión que está suscitando una gran preocupación ciudadana. Imponer multas a los compradores no es una medida nueva, pero lo cierto es que las sanciones a los compradores de artículos falsificados en la vía pública representan en estos momentos unos números más bien anecdóticos. Lo habitual es que los policías municipales simplemente advier- tan a los posibles compradores de que lo que van a hacer no está permitido. El puerto de Barcelona instaló este otoño diversos carteles para informar en varios idiomas de que impondría sanciones de 50 euros. El problema es que muchos de los clientes de los manteros son turistas extranjeros, y ello entraña muchas dificultades a la hora de cobrar las multas.
De todas formas, a partir de ahora la Guardia Urbana será mucho más severa. La presión de la policía municipal sobre los propios manteros continuará siendo la misma. A juicio de Recasens es muy alta y adecuada, una opinión que discuten agriamente muchos comerciantes. Recasens añadió una vez más que evitar la celebración del mercadillo que numerosos manteros montan a modo de protesta algunos fines de semana en la Ram- bla es competencia de los Mossos d’Esquadra, una cuestión de orden público. El Ayuntamiento también espera que el resto de instituciones públicas se implique aún más en la lucha contra las grandes redes de distribución de artículos falsificados. Ortiz y Coronas subrayaron ayer que el mantero no es más que el último y más débil eslabón de este negocio ilegal. Poner freno a esta actividad implica un mejor control de las fronteras, de la entrada de mercancías y de la actividad de muchos almacenes de mayoristas ubicados por toda el área metropolitana.
La otra pata de este plan municipal es la social, ofrecer alternativas a las personas que se dedican a este negocio. Trabajadores de los servicios sociales y de mediación del Ayuntamiento explican estos días a los manteros que pueden acogerse a planes de ocupación de doce meses de duración. Estos planes son similares a los otros que ofrece el Ayuntamiento, pero en este caso se ofrecen a personas en situación irregular en el país. El 70% de los aproximadamente 400 manteros que según el Consistorio operan en Barcelona carece de papeles. Al parecer, alrededor de una quincena de manteros ya los están realizando. Y es que, tal y como señaló Ortiz, disponer de una oferta de un trabajo de un año de duración es una de las posibles vías a la regularización. La otra condición para beneficiarse de estos planes es haberse empadronado en la ciudad antes de julio del año pasado. De este modo se evitaría un efecto llamada. Ortiz también explicó que el gobierno municipal estudia establecer una tarjeta de residente en la ciudad como medio de identificación y acceso a los servicios municipales, en lugar del certificado de empadronamiento. Además, el Consistorio planea la fundación de una cooperativa de vendedores ambulantes que podría abrir un mercadillo. Pero este asunto aún se está perfilando.
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