Oposición y comunidades autónomas intentan dejar sin efecto la ley Wert
El Congreso se pronunciará la semana que viene a instancias del PSOE a favor de paralizar la norma y Catalunya se resiste a aplicarla
La ley orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) da sus últimos coletazos en un contexto de rechazo generalizado a una norma que nació sin consenso. Probablemente, el próximo martes el Congreso aprobará una moción que insta a paralizarla, mientras Catalunya se resiste a aplicar la ley en su totalidad y sólo se adapta a algunas exigencias.
Será la primera iniciativa que debatirá el nuevo Congreso de los Diputados el próximo martes: la paralización de la ley orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). La propuesta parte del Partido Socialista pero previsiblemente contará con el respaldo de todos los grupos parlamentarios, salvo el Partido Popular que la aprobó en el año 2013 por mayoría absoluta. Esta ley, que ha sido básicamente ninguneada por el colectivo educativo, cuenta con una virtud, la de aglutinar el mayor consenso político y social... en su contra. Se han mostrado en desacuerdo prácticamente todos los partidos de la oposición, doce de diecisiete comunidades autónomas, organizaciones sindicales y la comunidad universitaria y educativa en general.
Aun así, la proposición socialista en el Congreso no pretende derogar la Lomce sino sólo paralizar su implementación. Así lo acordaron en el acuerdo político para gobernar, el líder socialista Pedro Sánchez con su homólogo de Ciudadanos, Albert Rivera. En todo caso, todos los partidos manifiestan su creencia de que una reforma educativa debe partir del mayor consenso posible.
La Lomce es una ley orgánica de obligado cumplimiento. Catalunya, como otras comunidades autónomas, ha presentado requerimientos en su contra. Paralelamente, y en el día a día, le ha dado esquinazo priorizando siempre su propia legislación, la ley de Educación de Catalunya (LEC). Sin embargo, también se ha visto obligada a cumplir algunas de sus exigencias normativas como la realización de las pruebas de evaluación externas.
Herida de muerte, la ley Wert aún da sus últimos coletazos. Más molestos que amenazadores. Entre el 18 y el 29 de abril se evaluarán a los alumnos de tercero de primaria. Y el 4 y 5 de mayo a los de sexto. Sin embargo, en Catalunya son las pruebas que ya venían realizándose desde hace años en ciclo medio y ciclo superior de primaria (antes se realizaban en cuarto) pero no con el ánimo de comparar centros sino para mejorar el sistema educativo general y de los centros y los alumnos, en particular. Aquí tienen carácter de prueba meramente diagnóstica y los resultados obtenidos no se hacen públicos. La posibilidad de elaborar un ranking de escuelas comparando el nivel de sus resultados académicos fue muy discutido por las autoridades educativas, claustros y familias. El objetivo de las pruebas de Ensenyament es orientar a los centros para que conozcan dónde y cómo han de concentrar sus esfuerzos de mejora. Detectar aquellos desajustes que pudieran producirse en el progreso académico del alumnado. Las familias de los estudiantes de sexto, a diferencia de las de cuarto, sí tienen acceso a sus resultados.
El despliegue de la Lomce no ha terminado. Faltan aplicar las “reválidas” de cuarto de educación secundaria obligatoria y se-
Catalunya ha defendido su propio modelo educativo adaptándose a algunas exigencias de la ley
gundo de bachillerato, previstas para el curso 2016-2017. Salvo el primer año de implementación, los resultados obtenidos son determinantes para conseguir el título de etapa y acceder al siguiente ciclo formativo. También falta sustituir la selectividad por otras pruebas universitarias.
Este punto está aún candente. Y probablemente será un tema de discusión en los próximos años. Según la ley, los alumnos que ahora cursan primero de bachillerato y que tendrían que superar la reválida de la Lomce al finalizar el próximo curso, ya no deberían presentarse a las pruebas de acceso a la universidad (PAU) el próximo año. Al menos, tal y como estos exámenes se entien-