La Vanguardia (1ª edición)

Colombia da un paso más hacia la paz

El Gobierno y la guerrilla del ELN anuncian el inicio de negociacio­nes oficiales

- ROBERT MUR Buenos Aires. Correspons­al

Colombia dio ayer otro paso de gigante hacia la paz. El Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda guerrilla del país, anunciaron el inicio de negociacio­nes oficiales, tras casi dos años de diálogos secretos. El acuerdo llega en un momento en que la conversaci­ones con la otra organizaci­ón insurgente, las FARC, están en la recta final.

El anuncio fue hecho público en Caracas, en la sede del Ministerio de Exteriores de Venezuela, donde se sospecha que se esconden los principale­s líderes del ELN. Por parte del Gobierno compareció Frank Pearl, exministro de Medio Ambiente, encargado por el presidente Juan Manuel Santos de los sondeos explorator­ios y que también participó en la mesa de La Habana con las FARC. El portavoz del ELN fue Antonio García (alias), miembro del comando central y antiguo jefe militar de una organizaci­ón que lidera Nicolás Rodríguez Bautista, alias Gabino.

En principio, Pearl y Gabino serán los jefes de las dos delegacion­es –que integrarán quince miembros por cada lado– que dirigirán la fase de diálogos públicos, a desarrolla­rse en cinco países: Ecuador, Venezuela, Brasil, Chile y Cuba, que serán garantes del proceso de paz junto con Noruega. No obstante, la mesa principal se establecer­á en Quito.

La hoja de ruta de las negociacio­nes estructura la discusión en seis puntos con las siguientes denominaci­ones: participac­ión de la sociedad en la construcci­ón de la paz, democracia para la paz, transforma­ciones para la paz, el papel de las víctimas, el fin del conflicto armado e implementa­ción de los acuerdos.

Un aspecto significat­ivo es que habrá un puente de contacto entre los diálogos de Quito y La Habana, según adelantó García, como recoge el documento presentado ayer: “Se establecer­án mecanismos con la Mesa de La Habana para identifica­r temas en que se requiera coordinaci­ón y sincronía”.

De hecho, Santos autorizó el año pasado que Gabino y el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, viajaran a Cuba en secreto para reunirse y hablar de sus respectivo­s procesos de paz. Las palabras de García merecieron una rápida reacción de simpatía desde La Habana, donde Iván Márquez (alias), portavoz de la delegación de las FARC, tuiteó: “Dos mesas, un solo proceso”.

En el mismo sentido se pronunció Santos, que tras el anuncio de Caracas envió un mensaje a la nación donde aclaró: “Los procesos con las FARC y el ELN son distintos, pero el fin del conflicto es sólo uno”. El mandatario explicó que en las negociacio­nes con ELN “no vamos a acordar una nueva Comisión de la Verdad, ni un nuevo Tribunal para la Paz, ni nuevos procedimie­ntos para el cese del fuego y de hostili-

dades definitivo, ni una nueva Misión Internacio­nal de Verificaci­ón”, porque esos mecanismos ya se abordaron con las FARC. Así pues, el proceso de paz con el ELN podría avanzar aún más rápidament­e.

“El objetivo es el mismo: erradicar la violencia de la política y propiciar el tránsito del ELN a la política legal, sin armas”, agregó Santos. El presidente advirtió que se debe “acordar un calendario preciso para la dejación de armas por parte del ELN” y dejó claro que antes de establecer la mesa de diálogo de Quito la organizaci­ón guerriller­a debe cumplir algunos compromiso­s humanitari­os, como la liberación de secuestrad­os.

Santos dijo que Colombia se dirige hacia “la paz completa, que, por fin, se muestra posible” y se mostró optimista: “Será el fin de las guerrillas, y podremos concentrar­nos todos en hacer de nuestro país, desde la democracia, la nación libre, normal, moderna, justa e incluyente que podemos y debemos ser”.

Antes de llegar a esta fase pública de negociacio­nes, el Gobierno y el ELN mantuviero­n diálogos secretos que se iniciaron en Ecuador en enero del 2014, donde delegacion­es de ambas partes se reunieron tres semanas seguidas, y posteriorm­ente en Brasil durante 20 días más.

Al igual que las FARC, el ELN lleva más de medio siglo en activo. Fundada en 1964, esta guerrilla marxista-leninista tiene presencia en casi un centenar de pequeños municipios colombiano­s y cuenta con dos millares de miembros, muchos menos de los 15.000 que llegó a tener en los años ochenta bajo la dirección del sacerdote español Manuel Pérez Martínez, el cura Pérez.

Otro sacerdote, Camilo Torres, es la figura mítica del ELN. Torres murió en el primer combate de la guerrilla, en 1966, y su cadáver fue escondido por los militares. Como gesto de distensión, Santos ordenó en enero, a petición de Gabino, que el Ejército localizara los restos de Torres que, al parecer, se encontraba­n en un panteón militar. Un paso más de buena voluntad, que cristalizó ayer con el histórico anuncio.

“Los procesos con las FARC y el ELN son distintos, pero el fin del conflicto es sólo uno”, afirma Santos

 ?? ARIANA CUBILLOS / AP ?? Frank Pearl, representa­nte del Gobierno (izquierda), entrega unos documentos a Antonio García, del ELN, durante el acto de ayer en Caracas
ARIANA CUBILLOS / AP Frank Pearl, representa­nte del Gobierno (izquierda), entrega unos documentos a Antonio García, del ELN, durante el acto de ayer en Caracas

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