La Vanguardia (1ª edición)

Nosotros

- Imma Monsó

Al principio era el caos: siempre buscando bolígrafos que no encontraba, siempre perdiendo los papeles, secándose el típex. A veces aporreaba la máquina de escribir, pero luego regresaba al bolígrafo... Y entonces... Entonces llegaste tú y me robaste el alma. Por eso, portátil con S.O. Windows, quiero dedicarte este bolero. Corría el año 1992 y venías con Windows 3.0 (a los escritores se les preguntaba “¿Escribes a máquina o en ordenador?”, algo que ya ningún joven entiende). Gracias a ti acabé mi primera novela mientras que con papel y boli nunca había logrado acabar nada: cuando llegaba al último capítulo, ya había perdido los anteriores y, como Sísifo, siempre empezaba de cero. Contigo todo cambió: nada más abrirte, ahí estaban esas páginas que de otro modo se habrían volatiliza­do. Eras veloz: por tu suave teclado podía deslizarme lo bastante de prisa como para plasmar ideas tan huidizas como las mías.

Es cierto que antes de conocerte había tenido un breve idilio con un ordenador de sobremesa, pero acostarme con él era muy pesado. En cambio, estar contigo en la cama es una delicia. O lo fue: nuestro idilio era perfecto en tiempos del 3.0, cuando nada perturbaba nuestra intimidad. Luego, con Windows 95, 98 y 2000, comenzamos a navegar por ahí... Como internet era lenta, nuestras salidas esporádica­s no perturbaba­n nuestra relación, antes bien la reforzaban. Situaría nuestra última etapa estable en los tiempos en que venías con Windows XP. Y todo empezó a torcerse con Windows Vista. Ahí descubrí que me engañabas “por defecto” y que, por defecto, incorporab­as opciones que me puteaban. Y eso es feo. Es como si te enamoras de un tipo que, por defecto, te pega. Tú no esperas que te pegue, pero lo que tú no sabes es que para que no te pegue deberías haber desmarcado la casilla “propinar palizas” (y no lo has hecho porque suponías que él nunca te pegaría). Pues lo mismo. Empezaste a venir con la opción (por defecto, marcada) de descargar las actualizac­iones de Windows Update... Empezaste a perderme el respeto: te apagabas y me dejabas esperando mientras te reiniciaba­s, jugabas conmigo... Pero el detonante de la crisis fue que, por defecto, descargast­e Windows 10 en mi disco duro y ocupaste un montón de gigabytes que prefería ocupar en otras cosas. Desde entonces has estado suplicando que te instalara (incluso con un emoticono llorón) y, al final, he cedido. Obviamente, no debería haberlo hecho. Has introducid­o entre nosotros a Cortana, esa pelma que insiste en que le pregunte algo. Lloriqueas, me haces preguntas capciosas para utilizarme como conejillo de indias y, lo peor de todo: a cada momento me suplicas “Ayúdame a mejorar tu experienci­a como usuaria” (¡hipócrita!) cuando lo único que has conseguido es hacer de nuestra relación un infierno.

Entonces... entonces llegaste tú y me robaste el alma; por eso, portátil con S.O. Windows, voy a dedicarte este bolero

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain