La Vanguardia (1ª edición)

Una discusión familiar entre suegro y yerno acaba con un muerto en Bellpuig

- JAVIER RICOU Bellpuig

Una discusión entre un vecino octogenari­o de Bellpuig (Urgell) y su yerno, de unos 60 años, acabó ayer con el último de los hombres muerto por herida de arma de fuego. Ocurrió a media mañana en la antigua fábrica de prefabrica­dos Gabernet, ubicada en el polígono de esa población.

Suegro y yerno estaban solos en esa nave (el negocio había parado prácticame­nte su actividad hace un año) y los Mossos detuvieron en la misma fábrica al hombre de 80 años, como autor de los disparos. El presunto homicida no se había movido del escenario del crimen y según algunas fuentes fue él mismo quien llamó a una ambulancia tras herir supuestame­nte de muerte a su yerno.

Los encargados de la investiga- ción trasladaro­n al agresor a dependenci­as policiales y no se descarta que en breve se ordene una reconstruc­ción del crimen para constatar que la primera versión dada por el presunto homicida a los agentes se correspond­e con la realidad de los hechos.

La víctima, de nombre Josep, era natural de El Palau d’Anglesola pero hacía décadas que residía en Bellpuig. Además vivía con su esposa y dos hijos en la misma casa que sus suegros. De hecho la hija del supuesto homicida y su esposo habían cogido el revelo del negocio, que había levantado el suegro de la víctima.

Este crimen en familia sorprendió a los vecinos de Bellpuig, ya que tanto víctima como agresor eran muy conocidos en esta población de la comarca del Urgell. Todo apunta a que antes de los disparos (el arma utilizada podría ser una pistola) hubo una acalorada discusión entre los dos hombres. El origen de esa disputa (una de las hipótesis apunta a desavenenc­ias económicas) no ha sido confirmada, pues no hay ningún testigo de los hechos. Cuando llegaron a la fábrica las primeras personas (empleados del Ayuntamien­to y una ambulancia) ya había pasado todo. El presunto autor de los disparos no se había movido del lugar y tampoco opuso resistenci­a cuando los Mossos le comunicaro­n que quedaba detenido por un delito de homicidio.

Se da la circunstan­cia de que ese hombre había perdido recienteme­nte a su mujer. Y toda la familia (la víctima, la esposa de este e hija del detenido y los dos hijos del matrimonio) seguían viviendo bajo el mismo techo. Todos habían participad­o en su día en la explotació­n del negocio familiar

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