La Síndica cuestiona las razones y las tarifas de la grúa municipal
¿Actúa la grúa municipal con criterios de proporcionalidad y de justicia? ¿Retira los vehículos que realmente entorpecen la circulación o, por el contrario, se lleva aquellos que son más fáciles de cargar o que están más cerca de los depósitos municipales? ¿Discrimina la grúa los casos de conductores incívicos de aquellos que han tenido que estacionar momentáneamente en un lugar incorrecto por causas de fuerza mayor? Estas son tres de las cuestiones que planean tras la última investigación de la Síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà.
La defensora de los ciudadanos, que hace de intermediaria y supervisa las relaciones entre los particulares y el Ayuntamiento, ha recibido “quejas reiteradas” de conductores que denuncian la “retirada innecesaria de vehículos”. Lejos de caer en saco roto, las denuncias han propiciado que la Sindicatura abra una investigación para descubrir si, como dicen quienes han pedido su amparo, en ocasiones la retirada de los vehículos se produce por “razones de oportunidad, y no de infracción”.
Con independencia de cómo acabe la actuación ahora puesta en marcha, la Síndica de Barcelona recuerda que el espíritu de este servicio municipal debería ser actuar principalmente contra “los vehículos que molestan a la circulación”. La Síndica quiere saber
Los precios: retirar un coche, 147,69 euros; un camión, 180, 61; una moto, 60,56; una bici, 40
cuántos vehículos y por qué fueron retirados en el 2015 y, sobre todo, si las razones fueron siempre “objetivas y necesarias”. Maria Assumpció Vilà también considera que las tarifas son “totalmente desproporcionadas”: 147,69 euros, en el caso de los coches; 180,61 para los camiones; 60,56 para las motos, y 40 para las bicis. A estas cantidades hay que sumar las multas, “lo que supone una doble penalización”.