El método Hollande para mantener la línea
Cada día 6.000 pasos, por lo menos, predica el presidente
¿Conocen esa aplicación de móvil para sedentarios con mala conciencia que mide los movimientos, en pasos, que se realizan cada día? Pues François Hollande la tiene en su móvil, explicaba el domingo Le Journal de Dimanche. Y la consulta con la pasión de todo fanático dispuesto a perder gramos.
El presidente francés, un tipo feo pero simpático, es de esos hombres poco agraciados que muchas mujeres encuentran seductores. No era el caso, desde luego, de Carla Bruni, que le dedicó el apodo de Pingüino, e incluso una canción con ese título.
El inquilino del Elíseo es un gran amante de los deportes, pero sólo desde la grada; “no es lo mío”, admite
Efectivamente, Hollande tiene la silueta de ese simpático pájaro marino no volador. Parece que la panza le comience justo debajo de la barbilla. No le impide ligar, pero le preocupa. De ahí la voluntad de perder peso, expresión de un deseo bastante universal en el sobrealimentado hemisferio norte.
Para perder peso hay que menearse y a Hollande eso le tira poco. Es un gran amante del deporte; fútbol, rugby, tenis, lo que le echen, pero desde la grada. De practicarlos, nada.
Lo confesó él mismo hace años en una celebrada declaración: “Lo del deporte no es lo mío, no es que no me guste, me encanta, pero no voy al gimnasio ni hago ejercicios musculares, no digo que esté bien, pero es así”. Su silueta de ártica ave boreal, que conforme pasan los años en el Elíseo se redondea, parece confirmarlo.
Esta semana, François Hollande ha ido más lejos al recomendar a los franceses que se meneen, siguiendo el consejo de Michel Cymes, un médico que aparece por televisión prodigan- do sus consejos de salud. “Me siento concernido por el objetivo (de Cymes) que recomienda caminar por lo menos 6.000 pasos al día”, confesó Hollande durante una visita al Instituto Nacional del Deporte. Esa practica reduciría a la mitad el número de personas con problemas derivados del sedentarismo, dijo, aunque en Francia hay menos obesos que en la mayoría de los países de Europa.