La mujer que estranguló a su hija de 4 años en Sant Boi entra en el psiquiátrico
La madre, que sufría una depresión, estaba en tratamiento desde hacía tiempo
“No nos podemos explicar qué pasó”, decía ayer consternada la alcaldesa de Sant Boi de Llobregat, Lluïsa Moret. Los habitantes de este pueblo del Baix Llobregat llevan las últimas horas preguntándose lo mismo. Ayer se celebró un pleno extraordinario para condenar la muerte de una niña de cuatro años estrangulada por su propia madre.
En la céntrica calle Onze de Setembre, donde se produjo el crimen, sus vecinos apuntan ahora que ya se veía que la mujer tenía problemas, que se oían gritos en el interior del domicilio y que no trataba bien a la niña. Pero nunca nadie podía aventurar lo que le pasaba a la señora Arshad por la cabeza. Quizás ni tampoco ella misma.
Después de detenerla, los Mossos d’Esquadra trataron de interrogarla pero no obtuvieron ninguna respuesta que permitiera darles una pista de por qué lo hizo. “No dijo nada”, cuenta una fuente policial. Después ingresó inmediatamente en el hospital psiquiátrico de Sant Boi. La mujer estaba en tratamiento por depresión desde hacía varios años. “Hubo una temporada incluso en la que estuvo ingresada y dejamos de verla por aquí”, explican los vecinos.
“Qué calor hace”, rememora una vecina la conversación que mantuvo con la señora Arshad la semana pasada en el ascensor. La recuerda bien, agradable y respetuosa, sin síntomas de que algo la carcomiera por dentro. Desde que volvió, la señora Arshad iba cada día a recoger a sus hijos al colegio. “Eran unos niños muy educados y extrovertidos. La niña era muy simpática”.
Sin embargo, la última vez que la vio fue este sábado por la tarde cuando salía esposada de su domicilio, en medio del drama. “Había tres ambulancias y coches de los Mossos d’Esquadra”. Los médicos de los servicios de emergencias intentaban reanimar a la pequeña, “hasta que en un momento oí como decían, llamen al forense y al juez”, relata.
Según la versión policial, la señora Arshad montó en cólera. Se peleó con su hija y la castigó: la encerró en su cuarto. Luego la estranguló con su propias manos, lo que en lenguaje policial se conoce com una asfixia mecánica. En el momento de los hechos, de los otros tres hermanos sólo el pequeño de 11 años estaba en casa. Fue él el que llamó inmediatamente al teléfono de emergencias 112 para alertar de que su hermana no respiraba. Su madre no opuso resistencia y se entregó cuando llegaron los Mossos.
Los Arshad eran aparentemente una familia normal. Llegaron a Sant Boi hace unos diez años provenientes del Pakistán, con tres hijos pequeños y ganas de empezar una nueva vida. Aquí nació su hija pequeña y se establecieron en el barrio de las Cinc Roses con un nuevo negocio de alimentación. Todo el mundo los describe como “buenas personas y muy integrados”. Ante esto, Sant Boi trata ahora de buscar unas respuestas que sólo la señora Arshad tiene. O quizás tampoco ella.
El centro psiquiátrico de Sant Joan de Deú de la población la mantiene ingresada mientras rebuscan en sus antecedentes médicos y la someten a varias pruebas que ayuden a esclarecer los hechos. Su familia también está recibiendo ayuda psicológica por parte de los especialistas del Ayuntamiento. Los servicios sociales no tenían constancia de que la señora Arshad tuviera ningún problema. Tampoco que sufriera malos tratos, ni que hubiera peleas en el domicilio.
Ayer 200 personas se congregaron en la plaza del Ayuntamiento para guardar cinco minutos de silencio haciendo lo único que pueden ahora, sentirse tristes.
SIN RESPUESTAS Después del crimen, la mujer no respondió las preguntas que le hicieron los Mossos IMPACTO SOCIAL Doscientas personas de la localidad se concentran para condenar el homicidio