Cobertura política
Gerardo Pisarello, primer teniente de alcalde de Barcelona, no estuvo afortunado el viernes cuando justificó la cobertura política que el gobierno municipal está dando al concejal de la CUP Josep Garganté, acusado de coaccionar a un médico de la sanidad pública para que modificara un informe. Pisarello no estuvo bien porque el argumento que utilizó para dar esa cobertura a Garganté no sirve en política. Dijo que el Ayuntamiento no se personará en el proceso judicial porque el Consistorio no está perjudicado en este caso dado que se circunscribe a un asunto “entre un concejal y un médico”. ¿Se imaginan qué hubiera dicho el teniente de alcalde si el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hubiera dado cobertura política a su ministro de Industria, José Manuel Soria, declarando que no debía dimitir porque su implicación en los papeles de Panamá se enmarca en la relación entre una empresa privada y la isla de Jersey?
El caso Garganté sí está perjudicando gravemente al Ayuntamiento de Barcelona porque uno de sus representantes está involucrado en un asunto de hondo calado político: el intento de coacción a un facultativo para que falseara un informe con el objetivo de incriminar a la Guardia Urbana. Por tanto, se perjudica a la institución, a los 3.000 policías municipales y al colectivo de médicos públicos.
La semana pasada, el colega Jordi Basté recordó a la alcaldesa Ada Colau que su tibia actitud en el caso Garganté hubiera sido distinta hace un año cuando aún no había entrado en el Consistorio. Colau lo
La reacción del gobierno al caso Garganté da alas a los manteros, desampara a la Urbana y olvida al médico
admitió y explicó que esa discreción responde a que ahora es la alcaldesa. Pero justamente por esa razón, porque actualmente no sólo representa a Barcelona En Comú sino a toda la ciudad y porque es la jefa de la Guardia Urbana, se echa de menos una reacción contundente en defensa de la honorabilidad de la institución y de los funcionarios que la forman. ¿Qué consecuencias tendría este caso para la Guardia Urbana si Garganté hubiera conseguido persuadir al médico?
La cobertura política del gobierno municipal a la actuación de Garganté y la complicidad de ERC y PSC sólo se explican por la necesidad de que la CUP facilite la aprobación de la modificación de crédito que permitirá activar el plan de inversiones para este año. Todos lo niegan, pero esta razón de peso subyace en el papelón que están representando ante la ciudadanía. Este miércoles se debatirá en el Consistorio una propuesta de la oposición para reprobar al concejal Garganté. Veremos entonces cómo se concreta la cobertura política a una actuación reprobable y cuántos partidos participarán de esta especie de omertà.
Mientras tanto, fuera de los despachos municipales, el problema de los manteros persiste, la Guardia Urbana se siente desamparada y el médico del ambulatorio de Perecamps sigue siendo el gran olvidado de esta desgraciada historia.