La ciudad más “eco” de Alemania
Friburgo se ha convertido poco a poco en referente mundial de las ciudades donde la energía solar y los diseños sostenibles
toman el protagonismo. Fue en la década de los setenta cuando la conciencia ecológica comenzó a extenderse en Friburgo, la ciudad más meridional de Alemania. La exitosa lucha que evitó la apertura de un reactor nuclear en Wyhl, un pueblo ubicado a 30 kilómetros de la ciudad, sembró
la semilla que acabó convirtiendo esta localidad del estado de Baden-Wurtemberg en la primera en el país en oponerse al uso de esta energía y apostar por la solar.
Cuarenta años después, Friburgo lidera el ranking mundial de consumo de energía solar por habitante y sigue creando nuevos proyectos urbanísticos, algunos de ellos interesantes para introducir en el cuaderno de viaje. De esta manera, a las clásicas paradas por el casco antiguo, como la catedral de San Nicolás ,la plaza de los Agustinos, la plaza del Ayuntamiento o la puerta de Martin, habría que sumar los distritos ecológicos de Vauban y Rieselfeld, que cada año atraen a miles de visitantes interesados en los modelos urbanos sostenibles y ecológicos.
Cerrados al tráfico, ambos barrios producen más energía que la que consumen gracias al uso eficiente de la energía solar que generan y al diseño arquitectónico de las viviendas. Agradables y muy tranquilos, juntos aúnan un total de 110 hectáreas y más de quince mil habitantes. Eso sí, no fueron diseñados como ciudades dormitorio, sino como comunidades con independencia en cuanto a servicios básicos se refiere, lo que evita desplazamientos innecesarios al centro, que está situado a tan solo quince minutos en tranvía.
Los viajeros muy interesados en el urbanismo sostenible pueden aprovechar aún más su estancia en Friburgo apuntándose a las visitas guiadas para grupos que organizan empresas como Freiburg Future
Lab (freiburg-future-lab.eu), que permiten conocer todas estas propuestas de cerca.
UNA ESTANCIA ECOLÓGICA La relación de la ciudad con la naturaleza va mucho más allá del urbanismo. De hecho, el 40% de su superficie está ocupado por bosques. Además, Friburgo se descubre fácilmente en bicicleta gracias a sus 500 km de vías ciclistas. Y la
sostenibilidad incluso llega a los hoteles: el Best Western Premier
Hotel Victoria (hotel-victoria.de), por ejemplo, presume de no consumir más energía que la que produce, de usar productos de limpieza
sin fosfatos y de haber eliminado de su bufé los productos empaquetados. Todo listo para ser un poco más sostenibles viajando.